viernes, 3 de octubre de 2025

"VOTADME, QUE, COMO VOX, YO TAMPOCO QUIERO MOROS"

No sabemos si la prueba de buena españolidad del Feijóo que imita al Abascal que imita a Trump incluye puntos para mostrar en público cierto nivel de educación. Lo que sí sabemos con toda certeza es que la estrategia de combatir a Vox imitando a Vox es tan ridícula como que el amigo de Marcial Dorado le dé lecciones de comportamiento a nadie. ¿Pasaría Feijóo su test de españolidad?


Gerardo Tecé

Viendo a Vox acercarse por el espejo retrovisor, a Feijóo se le ha ocurrido un carnet por puntos. Puede estar tranquila Esperanza Aguirre, que la propuesta del líder del PP no tiene que ver con valorar comportamientos al volante, sino con puntuar a personas. La españolidad de las personas nacidas fuera de España, concretamente, y se pondría a prueba mediante algún tipo de prueba. No, la pareja de Isabel la Católica no se llama Alberto Quirón, sino Fernando, es usted un 18 sobre 100 en españolidad, así que por aquí no queremos verle. El líder gallego, nacido en tierra de emigrantes, sabe bien lo importante que es que quienes abandonan su país llegan al lugar de acogida ya adaptados. Son mundialmente famosos los chucruts elaborados por andaluces que se buscaban la vida en Alemania. Te quita el sentío, decían en un perfecto alemán –es raubt dir die sinnecompadre–. Los gallegos, nada más poner pie en la Argentina, se olvidaban del verde y la morriña para centrarse en prensar mate con maestría de cantante de tango. Esto es lo que Núñez Feijóo quiere para la España de hoy. Inmigrantes que no lo parecen.

Inmigrantes que respetan la ley como la respetamos los españoles, declaró Feijóo en el acto de presentación de su medida estrella, porque, como sabemos, Cristóbal Montoro es rumano y De la Serna y Arístegui, desde esta semana con peticiones de 21 años de prisión por cohecho y organización criminal, son ambos argelinos. Como los españoles respetan la ley, entre los protagonistas de los 30 casos de corrupción del PP aún pendientes de juicio, nos encontramos de todo. Desde el albanés Francisco Correa hasta el nigeriano Jorge Fernández Díaz. Si el exministro me denuncia por llamarlo negro, espero que ustedes colaboren en el crowdfunding. La tasa de delincuencia, infinitamente mayor entre miembros del Partido Popular que entre la población migrante, no ha impedido que el hombre que veraneaba en el yate de un conocido narcotraficante siguiese detallando con esmero cuál sería el funcionamiento de su medidor de personas de comportamiento y moral correcta cuando España decida hacerlo presidente por segunda ocasión y esta vez sí le apetezca. Si el castellano es tu lengua materna, tendrás puntos. Si compartes nuestras tradiciones, es decir, si crees que Morante de la Puebla debería torear este año en Las Ventas, puntos. Si, trabajando de sol a sol por cuatro duros en la finca de un alcalde que habla de invasión, te preparas un bocadillo de jamón a la hora del almuerzo, más puntos. La de vueltas que está dando el pobre para decir “votadme, que, como Vox, yo tampoco quiero moros”. 

Los movimientos más patéticos de la nueva derecha no tienen tanto que ver con las propuestas, que también, sino con la imitación sin disimulo de los comportamientos patéticos como forma de competencia virtuosa. Si Donald Trump decide declarar ilegal el movimiento antifa en Estados Unidos, los nada fascistas miembros de Vox se lanzan a plagiar los tuits del presidente norteamericano repitiendo, como loros verdes, que antifascismo es terrorismo, pero que ellos de fascistas nada de nada. Si Trump aumenta el esperpento insultando a sus rivales políticos, el pobre Santi Abascal se ve obligado a hacer lo mismo declarando que el presidente democráticamente elegido en las urnas ya no solo es un dictador, sino también un “chulo de putas”, generando un debate público más pobre que su experiencia laboral y menos que su cuenta corriente. No sabemos si la prueba de buena españolidad del Feijóo que imita al Abascal que imita a Trump incluye puntos para mostrar en público cierto nivel de educación. Lo que sí sabemos con toda certeza es que la estrategia de combatir a Vox imitando a Vox es tan ridícula como que el amigo de Marcial Dorado le dé lecciones de comportamiento a nadie. ¿Pasaría Feijóo su test de españolidad?

  CTXT DdA, XXI/6122

No hay comentarios:

Publicar un comentario