Félix Población
Días atrás, entre las muchas imágenes y vídeos que nos ofrecen imágenes desgarradoras del pueblo palestino siendo expulsado de la ciudad de Gaza, que está siendo arrasada por el gobierno genocida de Netanyahu, pudimos ver a Jadoua, con la cara demudada por el llanto, llevando a hombros a su hermano menor Khaled. Ahora hemos tenido oportunidad de ver a los dos hermanos cobijados en una tienda de campaña con un asomo de risa en sus semblantes, porque sus jóvenes vidas necesitan seguir teniendo afanes de esperanza. Un periodista palestino -de los que sobreviven a los asesinatos de Israel- logró encontrar a los familiares de esos dos menores. No sabemos qué va a ser de la generación de niños y niñas que está sufriendo casi dos años ya de la barbarie contra su pueblo, pero sí que cuando estaba ocurriendo esa barbarie hubo barcos de solidaridad que emprendieron ruta por el Mediterráneo para acudir en socorro médico y alimentario de una comunidad masacrada por la metralla, la miseria y el hambre. Hace años, el gobierno de Israel asesinó a algunos de los expedicionarios que iban en una de esas Flotillas de la Libertad. Hace meses los secuestró después de abordarlos en aguas internacionales en contra de todo derecho. El silencio de los gobiernos fue en ambos casos muy bochornoso. Esta vez, ante una nueva serie de ataques con drones israelíes contra la Global Sumud Flotilla, una expedición más numerosa de carácter internacional que aglutina a 200 ciudadanos de 35 países y en la que viajan algunos parlamentarios y parlamentarias, el primer gobierno que ha respondido para proteger a los expedicionarios ha sido el de Italia, con una primera ministra de ultraderecha. Ayer a media tarde nos enteramos de que ese gobierno había enviado una fragata a la zona para "posibles operaciones de rescate", al tiempo que reclamaba a Israel que "garantice la plena protección" de las personas que van a bordo, algunas de ellas parlamentarios y europarlamentarios. El ministro de Defensa del gobierno de Meloni* condenó además enérgicamente el ataque con drones. Se podría pensar que la huelga general que tuvo lugar en Italia el pasado lunes contra el genocidio del pueblo palestino tuvo su repercusión en el ejecutivo. Como la tuvo el envío de esa fragata italiana en la decisión tomada después por el presidente del gobierno español, que ha hecho lo propio para proteger a los ciudadanos españoles de esa flota, previa petición de Podemos. El pasado mes de junio, Podemos y Sumar se quedaron solos pidiendo la liberación de los doce activistas que formaban parte de la Flotilla de la Libertad que fueron secuestrados por Israel en aguas internacionales. Algo está cambiando desde entonces, aunque sea de modo tan medroso o timorato ante dos años casi ya de tanta barbarie. Pero después de tantos miles de personas asesinadas, la reacción de los gobiernos europeos más proclives a la condena del genocidio está siendo demasiado tibia frente a los poderes de dos Estados conchabados en el nuevo holocausto de un pueblo. Tan responsables son en el genocidio Netanyahu como Trump, por eso algunos gobiernos de democracias de la OTAN, como Alemania, siguen careciendo de conciencia solidaria y mantienen su vergonzosa sumisión a Estados Unidos.
*La maniobra de Roma revela la dificultad de Meloni para mantener un equilibrio cada vez más frágil: proteger a sus ciudadanos y dar respuesta a una opinión pública indignada, como se comprobó recientemente en las calles, sin quebrar el vínculo estratégico con Israel y Estados Unidos.
DdA, XXI/6114
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