martes, 23 de septiembre de 2025

DE DISIDENCIAS CON LO QUE HAY O EL EXISTIR COMO ESTAR CAGÁNDOLA


José Ignacio Fernández del Castro

«Entonces (...) el censurar en los otros los vicios ocultos y miserias de uno mismo, el mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio (el repugnarme la mierda que pisé tan sólo por pertenecer a uno de mis semejantes y no a mí o un animal), no es otra cosa que un honrado principio de conservación, conservación del individuo, de la familia, de la sociedad, del Estado y, consecuentemente, de la humanidad toda; es decir entonces un principio ético cuyas bases se asientan en el impoluto y aséptico Imperio del Excremento Amado. Hizo una pausa. Defeco, luego existo, concluyó con una sonrisa.»
 José REVUELTAS SÁNCHEZ (Durango, México,
 20 de noviembre de 1914 — Ciudad de México, 14 de abril de 1976)
Bautista Zamora en Los días terrenales (1949).

Cuando vemos las distintas varas de medir de personas y entes ante problemas y conflictos asimilables que les afectan (o que afectan a la humanidad entera), ni siquiera acertamos ya a responder con contundencia o ponernos un poco de mal humor... Apenas insinuamos, tal vez, una media sonrisa entre petulante y cínica (que, desde lo alto, se verá entre impotente y sumisa) para asumir, de hecho, que “es lo que hay”
¿Que quienes se llenan la boca con discursos llenos de moralinas regeneracionistas se muestran incapaces, pillados en falta (real o supuesta) en su ejercicio de representación pública, de dimitir para defender su honorabilidad personalmente mientras salvaguardan la de la institución correspondiente y, con ella,  las condiciones de posibilidad de la confianza de esa ciudadanía a la que se supone que sirven?... Es lo que hay.
¿Que quienes hacen proclamas económicas de liberalismo ejercen desde el poder una práctica privatizadora de beneficios y socializadora de pérdidas?... Es lo que hay.
¿Que quienes han logrado multiplicar las colas de los comedores y roperos sociales (cambiando el extracto social de sus integrantes), establecer un servicio informal de recogida previa y selectiva de todas las basuras en todo tipo de contenedores de pueblos y ciudades, o expulsar del propio mercado laboral a jóvenes bien formados (emigrantes forzados) e inmigrantes ya sociolaboralmente integrados (retornados forzosos), consolidar para un largo periodo la expectativa del paro para un importante colectivo de personas españolas, dicen que con ellos “todo marchaba (y volverá a marchar) bien” para que todo el mundo se sienta muy contento?... Es lo que hay.
¿Qué un supremacista considera su pueblo como el elegido por algún dios, por lo que se siente legitimado para señalar a sus enemigos, colonizar sus tierras y aplicar sobre ellos una sistemática “solución genocida”?… Es lo que hay.
Pero no es lo que hay... ¿A quién y por qué molesta tanto que haya voces disidentes dispuestas a escuchar al pueblo para articular su voz en un discurso y una acción políticas?... ¿No es ese, en suma, el verdadero origen (en la etimología y en el ágora) de la democracia?.
¿Es que realmente hay algún resto de ideología en los partidos parlamentarios más allá de la propia permanencia en los nichos del poder formal al servicio de las castas del poder económico?... Son lo que hayespecialistas en mearnos y decir que llueve.
A muchos, todavía y aun cuando no las sigamos, no nos molestan esas voces disidentes, discrepantes, contrarias... Y nos gusta escucharlas, tal vez porque no nos gusta lo que hay... Ni que nos meen en este Imperio del Excremento Amado donde sólo nos hacemos reales, existentes, visibles cuando nos damos cuenta de que la estamos (y nos están) cagando.

GRITOS CON CITA Y GLOSA (XLII) DdA, XXI/6112

No hay comentarios:

Publicar un comentario