viernes, 22 de agosto de 2025

EL ESTADO Y LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN, RESPONSABLES DEL ABANDONO FORESTAL

El firmante responsabiliza al Estado y al gobierno de la Junta de Castilla y León del abandono forestal en los montes de la comarca de Riaño y el Valle de Valdeón, al tiempo que reconoce con sus nombres a quienes desde los pueblos amenazados por las llamas se han enfrentado al fuego ante la falta de efectivos de los bomberos profesionales. Gente apegada al terruño capaz de jugarse la vida por aquello que les da la vida y forma parte de sus raíces y su memoria. Hacemos extensivo ese reconocimiento a los familiares y amigos de Yolanda Mancebo, en la montaña palentina, que pasó en solo 24 horas de hacer comida para los voluntarios que luchaban contra el fuego a fallecer súbitamente poco después. Quizá porque su corazón no resistió tanto esfuerzo y tanto dolor por la tierra quemada de sus mayores. 


Enrique Martínez Pérez

La Montaña de Riaño, el Valle de Valdeón y su entorno forman parte de uno de los ecosistemas más valiosos de España, albergando un patrimonio natural y cultural único. Sin embargo, la gestión actual de estos montes, bajo la administración del Estado y la Junta de Castilla y León, plantea serias deficiencias que comprometen su conservación y la seguridad de la población local.

Los montes de la comarca de Riaño y el Valle de Valdeón son propiedad de las Juntas Vecinales. Durante siglos, sus habitantes se ocuparon de su mantenimiento, conscientes de que el equilibrio del monte era vital para su supervivencia y la economía local.

Hoy, esta realidad ha cambiado radicalmente: El valle de Valdeón se integra en el Parque Nacional de Picos de Europal (el segundo más grande de España), y la Comarca de Riaño está bajo la figura del Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre.  

Estas áreas gozan de la máxima protección legal, pero la paradoja es evidente: a mayor protección, menor gestión efectiva. Las Juntas Vecinales, legítimas propietarias de los montes, han sido desplazadas de sus labor histórica.  La gestión está en manos del Estado y la Junta de Castilla yLeón, que no actúan ni aportan, salvo para imponer prohibiciones y restricciones a sus habitantes. Los montes se encuentran sucios y llenos de maleza,  sin labores de limpieza ni olivado, y con alto riesgo de incendios, como el que se está sufriendo en estos momentos en toda la comarca.

Los peticiones de limpieza se deniegan a las Juntas Vecinales; los trámites son interminables y mayoritariamente digitales, inaccesibles para muchos vecinos; cuando se concede un permiso, debe estar presente un representante oficial para indicar cómo ejecutar el trabajo. “Es como si tu casa fuera tuya, pero para usar el baño necesitas pedir permiso al Estado para entrar y alguien se cuela en el aseo para ver si tiras bien de la cadena" ,  dice un vecino,  tirando de ironía.

El abandono del monte pone en riesgo vidas, bienes y biodiversidad y los últimos incendios suponen una gran herida para la comarca tras la perdida de nueve pueblos por el embalse. El despegue turístico, que Riaño comenzaba a experimentar, se ha frenado en seco, con multitud de cancelaciones hoteleras que ya son una realidad. Y la quema de pastos, ya desaparecidos, imprescindibles para los ganaderos, quienes también han perdido bienes materiales importantes, como vehículos, en algunos casos. Ya no hablamos de los miles de animales salvajes que han parecido quemados en los incendios.

El Fiscal General de Medio Ambiente acaba de pedir, a través de los Fiscales Provinciales, que se investigue y busque a los responsables del abandono forestal. Desde la Comarca de Riaño y el Valle de Valdeón ya tenemos identificados a los responsables, para ahorrar trámites a los señores fiscales provinciales. Los responsables del abandono forestal en Picos de Europa y la Comarca de Riaño son EL ESTADO Y LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN.

Porque la protección legal sin gestión efectiva se traduce en abandono forestal, burocracia y ruina para sus habitantes. La actual política es un fracaso absoluto que debe corregirse inmediatamente. El apagado de los incendios, aún no terminado, merece capítulo aparte para contar hazañas como las de Elíseo y Jaime, y algunos otros, de Cuénabres y Casasuertes,  que plantaron cara al monstruo en el valle de Misón. El fuego había trascendido por el Alto del Burro y bajaba desbocado por Misón. Y estos héroes consiguieron pararlo arriesgando sus vidas y con el agua del río Orza. No había, en esos momentos, ayuda oficial ni bomberos profesionales.

O los habitantes del Valle de Valdeón que desoyeron la voz de la Administración y se quedaron a defender sus pueblos, trabajando con uñas y dientes hasta salvar sus casas y su comarca, con su alcalde Felipe Campo a la cabeza, hazaña que quedará para la historia. Si se hubieran marchado, como exigía la administración, se hubieran quemado sus casas. "Primero es la vida humana", diría la Directora General de Medio Ambiente. Muy fácil hablar desde un despacho en Madrid. 

Diario de Valderrueda  DdA, XXI/6080

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