miércoles, 19 de marzo de 2025

MANOLO MONEREO: LA IZQUIERDA ALTERNATIVA SUFRE UNA FRUSTRACIÓN HISTÓRICA


Félix Población

Como viene ocurriendo con una cierta periodicidad en la revista El viejo topo desde hace unos cuantos años, su editor y director Miguel Riera tiene la venturosa costumbre de entrevistar en profundidad a Manolo Monereo, uno de los analistas  políticos con mejor reputación de este país, tanto en la vertiente nacional como en la internacional, aunque su fundamentado conocimiento y saber haya que buscarlo en publicaciones minoritarias como la citada o la revista Nortes. (No cabe imaginar a Monereo firmando un artículo de opinión en el diario El País, con lo que esta ausencia tiene de mengua de pluralidad de opinión para el periódico y también para la democracia española). En esta ocasión, en el número de El Topo correspondiente a este mes, a Riera y Monereo les ha tocado hablar de la primera vertiente y, como no podía ser de otro modo, de la izquierda y el desierto que se le avecina a juicio del entrevistado. Llega a afirmar éste al comienzo de la charla que la izquierda ha ido convirtiéndose en la otra cara de la derecha, mientras la derecha es cada vez más de derecha y hasta más violentamente de derecha. La izquierda que hemos conocido históricamente ya no tiene ahora base real. Según Monereo, no sólo está desapareciendo la contraposición izquierda/derecha, que todavía permanece como categoría zombi en el escenario político, sino que está desapareciendo la idea misma del socialismo, que ya no está en el imaginario de las clases populares. En estos años se ha esfumado la idea de que para luchar por una sociedad igualitaria, realmente democrática, era preciso luchar por una sociedad no capitalista. Manuel Monereo cree que ahora lo de socialismo o barbarie de Rosa Luxemburg se ha resuelto a favor de la barbarie y hay que encontrar un camino alternativo a esa barbarie. No basta  darle vueltas a las viejas ideas. "La clave hoy -señala- es tomar nota de la realidad, conocer muy bien la sociedad real que tenemos, los cambios que se han producido, e insertarse con lucidez en ella con una agenda democrática y socialista, planteado en su centro la contradicción histórica entre capitalismo y democracia, desde una perspectiva que ponga en valor los sujetos populares, que revalorice la mayoría social. Eso es lo que se ha perdido". Al preguntarse por los cinco millones de votos que dieron a la izquierda alternativa más de 70 diputados hace años, Monereo considera que la pérdida de las expectativas políticas levantadas entonces es una frustración histórica y una desesperanza, y que cualquiera reconstrucción de la izquierda en España pasa por superar la frustración y resignación que esa pérdida produjo. Cabría la posibilidad de que Pablo Iglesias o Irene Montero pudiesen encabezar en el futuro un movimiento que buscara cómplices en las izquierdas, aunque por el momento es difícil el renacimiento de una esperanza colectiva que permita un cierta reconstrucción de la izquierda. Monereo no lo cree, más bien teme y prevé que se va compartir un espacio cada vez más pequeño entre lo que queda de la izquierda alternativa. La entrevista concluye con una cita del libro de Michael Walzer Éxodo y revolución: "Tenemos que atravesar el desierto. ¿Qué hacer? Pues los que quieran atravesarlo que junten las manos y se pongan a caminar. Pero con una idea de fondo: lo más importante no es llegar. Lo importante es que en el camino vamos a cambiar. Que luchando cada día por liberarnos, por organizarnos, cuando lleguemos al final, que seguramente será un horizonte, habremos cambiado como personas para ser mejores".

PS. En el mismo número de la revista se puede leer un interesante artículo de Alejandra Trejo Nieto sobre México y Estados Unidos, Nueva era, viejas tensiones, y otro de Higinio Polo, titulado India y los graznidos de Washington.

DdA, XXI/5.935

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