Félix Población
Desconozco lo que la justicia determinará acerca de quien fuera el miserable propietario del animal y sobre cuya persona pesan presuntos delitos de abandono y maltrato de animales domésticos. Lo tendrá que decidir el juzgado de instrucción de Villablino, donde se hicieron las correspondientes diligencias.
Lo que más cuenta ahora es que la cachorra mastina de dos meses que estuvo a punto de morir al ser golpeada brutalmente y medio enterrada viva por su agresor, ha tenido la oportunidad de comprobar, sin duda por la correspondiente difusión que alcanzó la noticia en los medios de información, que hay sensibilidad humana para acoger su vida y el sufrimiento padecido.
La perra golpeada hasta el punto de darla por muerta quien pretendió mal enterrarla ha sido adoptada por una familia. Ha ocurrido dos meses después de tan lamentables hechos y una vez recuperado el animal gracias a la atención sanitaria y los cuidados aplicados por una clínica veterinaria de la localidad leonesa, a la que hay que felicitar por el empeño y la dedicación puestos durante semanas en esa labor.
La mastina, a la que se le puso el nombre de Milagro por haber superado la gravedad del estado en el que se la encontró casualmente, y cuya imagen preferimos no mostrar, tendrá a partir de ahora quien la nombre, alimente y acaricie tal como merece la nobleza de su mirada. Es de esperar que el juzgado de instrucción número 1 de Villablino reconsidere también lo que esos ojos expresan después de soportar tan cruel proceder con su vida.
Delitos de este tenor tienen que ser penalizados con el máximo rigor, pues denotan lo mucho que falta para que este país deje enterrado para siempre el negro pasado que arrastra con relación al mundo animal y que, en ocasiones como ésta, rebrota contra una pobrecilla cría de mastín, ese animal al que tanto debe la ganadería leonesa de montaña.
DdA, XIX/5.363
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