jueves, 12 de enero de 2023

BASURAL DE NEUMÁTICOS EN LA LOCALIDAD LEONESA DE VENEROS



Residuos neumaticos veneros 

Félix Población 

Días antes de que se publicara la noticia en el Diario de Valderrueda, tuve el gusto de pedalear con calma y sosiego hasta la pequeña localidad de Veneros, en el municipio de Boñar, a 6 kilómetros de esta villa, y comprobar los valores paisajísticos de esta zona del alto Porma, recién bañada y empapada por las obstinadas y copiosas lluvias con las que se inició este invierno. 

Llama la atención el nombre del pueblo, que en 2020 tenía 24 habitantes, pocos menos de los 31 con los que contaba hace dos decenios. El sustantivo Venero, del que procede el topónimo, tiene cinco acepciones, que yo sepa: manantial de agua, línea horaria en un reloj de sol, depósito abundante de una virtud o saber, origen y principio de donde puede proceder algo y, finalmente, filón de mineral. 

Podría aventurarse con cierta lógica, al haber sido descubierta en esta localidad un ara familiar romana, que por aquí anduvieron las legiones de aquel imperio y que quizá ya entonces advirtieron la presencia de las minas de hulla que se llegarán a explotar a finales del siglo XIX. La empresa Oeste de Sabero cerró esas explotaciones hace treinta años. 

La noticia a la que me he referido al inicio fue plasmada gráficamente por Epifaneo González en el citado diario y no es otra que la aparición de cientos de neumáticos desechados en las inmediaciones de las viejas minas. Esto es algo de todo punto deplorable, vergonzoso y lesivo para los vecinos de esa localidad. Mucho más si se tiene en cuenta que esta circunstancia no ocurre por primera vez, pues no muy lejos de Veneros, en la vecina Sabero, ocurrió lo mismo en dos ocasiones en el río Esla, el año pasado y el anterior, si bien los desechos recauchutados eran menos. 

Cabe por lo tanto la posibilidad de que quienes lo hicieron entonces, hayan vuelto a realizar la barrabasada en Veneros a lo bestia, y que, si no se toman prontas y drásticas medidas y se verifican duras sanciones, los mismos vándalos puedan volver a las andadas el año próximo en ese o en otros puntos de la zona. 

No puede ser tan complicado dar con quienes de ese modo atentan contra el medio ambiente por triplicado en una muy delimitada zona de la Montaña Leonesa y pueden dar lugar a que, después de abandonar cientos de neumáticos, alguien tenga la ocurrencia de prenderles fuego. Me consta que esto último -por haberlo soportado hace años en otra localidad de la región leonesa- no está lo suficientemente vigilado, a pesar de la gravedad que comporta para la salud pública. 

Tanto la retirada inmediata de los neumáticos, que ya ha prometido el Ayuntamiento de Boñar, como la investigación de estos hechos, a ser posible fructífera, deberían hacerse con la mayor diligencia.

     DdA, XIX/5349     

No hay comentarios:

Publicar un comentario