Félix Población
Asistimos estos días de calor
excesivo, con una duración temporal superior a la habitual en ocasiones
precedentes, y por segunda vez en el transcurso de este verano, a varios
incendios forestales en Castilla y León, después del desolador desastre de la
Sierra de la Culebra zamorana que arrasó 35.000 hectáreas. Hasta seis son los
incendios de elevada magnitud que soporta actualmente esta comunidad autónoma
desde la que escribo y sobre cuyos paisajes creo haber experimentado
sentimientos de afincamiento y afinidad.
Ya el verano pasado se registró un voraz incendio en la provincia de
Ávila que calcinó más de 20.000 hectáreas.
Con toda seguridad, estas
"olas de calor", que se repetirán con mayor frecuencia en el
porvenir, van a favorecer que la falta de limpieza de nuestros bosques propicie
año tras años sucesivos desastres forestales. Es deplorable la inoperancia e
ineptitud de las administraciones en este sentido. Pero lo que más duele es que
quienes se enfrentan arriesgando sus vidas en las labores de extinción, nos
participen informaciones como la que aporta el portavoz de la Asociación de
Trabajadores Forestales de Castilla y León, según leemos en los
periódicos:
"La Junta ofrece a la
gente que lleva 15 horas trabajando un bocadillo, una pieza de fruta y una
botella de agua. Hay que tener en cuenta que cuando estamos sobre el terreno,
bebemos como mínimo un litro cada hora, así que muchas veces dependemos de la
buena fe de los vecinos de los pueblos por los que pasamos para poder beber o
simplemente acaba siendo algo que corre por nuestra cuenta".
Con ser esto vergonzoso,
también se ha de tener en cuenta los que añade Manuel Garray después, según
leemos en LUH
NOTICIAS. "Pero básicamente esto sucede porque las elecciones
paralizaron la aprobación de los presupuestos, las empresas privadas tienen
precios fijados el año pasado y dicen que a ese precio no pueden dar el
servicio este año y toda la gente con formación y experiencia se ha ido".
Es lo que ocurre cuando los intereses electoralistas de partido priman sobre los comunes de la ciudadanía, dando como resultado el que ya era, con el atroz incendio de la Sierra de la Culebra (vuelve a arder esta sierra estos días), el verano en que más ardieron los bosques en Castilla y León.
*Enviado a los diarios iLeón, La Nueva Crónica y Diario de Valderrueda.
DdA, XVIII/5.223
1 comentario:
Qué vergüenza trabajar tantas horas con temperaturas Ran altas y no darles agua que dice el presidente de la junta o en este caso no dice nada?, Dincerhuenzas
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