Lazarillo
Por la historia que un día contó este Lazarillo en uno de sus libros (El espejo del olvido, premio Cáceres de novela corta hace bastantes años), no puedo pasar por alto la noticia de que La Uña, localidad del municipio de Acebedo, en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, tendrá por fin un centro cultural y recreativo para uso y disfrute de su vecindario (38 personas en 2018).
Con un presupuesto de 104.217 euros, el proyecto recientemente aprobado por la Diputación de León subsanará así la lamentable ausencia de un centro de esas características en aquella localidad, la única del valle de Valdeburón que no contaba con el mismo a estas alturas del siglo XXI, según su alcalde Isidoro Díez.
Hace muchos años, siendo muy niño, conocí a un joven matrimonio formado por Enedina Ibáñez, natural de La Uña, y Pío Díez, nacido en Acebedo, que buscó como tantos leoneses su porvenir más al norte, en las entonces industriales tierras de Asturias, y cuyo recuerdo me sirvió para hacerlo protagonista de mi libro. Enedina murió relativamente joven y yace en un nicho del cementerio de la localidad que un día leí con lágrimas.
Desconozco si Pío regresó alguna vez a Acebedo desde Francia, adonde emigró después de residir unos años en Gijón. Se trataría de una persona ya octogenaria, a la que me gustaría reencontrar si es que vive y guarda memoria. Creo que algún día deberé visitar La Uña para entregar un ejemplar de El espejo del olvido en su nuevo centro cultural. Igual allí puede tener una lectura más viva lo que cuenta, porque el libro cuenta lo que ese pueblo vivió hasta quedarse con 38 habitantes.
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