miércoles, 17 de junio de 2020

"EL PAÍS" GIRA A LA DERECHA, CON CEBRIÁN Y GONZÁLEZ AL MANDO*


Félix Población

Sin pretender dármelas de arúspice, consta que publiqué el pasado 5 de junio un breve artículo en el que intuía la posibilidad de que algún día supiéramos algo del contenido de la reunión que la directora del diario El País y los consejeros de PRISA mantuvieron telemáticamente  hace un mes, con Felipe González entre los convocados. (¿Sabremos pronto lo que felipe González dijo en la reunión de PRISA?)

Supimos por esas fechas lo mal que le había sentado a González el proyecto de un impuesto a las grandes fortunas por parte del Gobierno de la nación. También observamos después en la SER y El País unas cuantas cargas de profundidad críticas contra el ejecutivo de coalición, coincidentes con la estrategia de bronca montada por la derecha extrema y bipartita, y también con el propio criterio del expresidente, reacio siempre a una gobierno coaligado con Unidas Podemos.

Pues bien, seguimos sin tener noticia en directo de lo que trataron los consejeros,  pero sí se confirmó lo que sugería en las últimas líneas de ese articulillo publicado en mi modesto blog, ateniéndome a la consideración profesional que siempre me mereció Soledad: "Alguien con reconocido prestigio profesional debería negarse a la estrategia planteada en esa reunión", escribí.

Soledad Gallego-Díaz dejó ayer la dirección del diario El País y mucho me temo que le toca a su sustituto cumplir con lo establecido en el aludido cónclave virtual, tanto empresarial como ideológicamente. Por lo tanto, vamos a saber finalmente de lo que se habló en el mismo. De hecho, la noticia de la marcha de Soledad coincidió con el asomo de la línea editorial regresiva del diario El País que viene, según versión del presidente de honor del periódico.

Pareciera redactado en la FAES el artículo de Cebrián, inspirado en las soflamas con las que desde Casa Aznar se expenden los calificativos de social-comunista y bolivariano dirigidos al Gobierno de la nación, el mismo que ha querido democráticamente el país y una derecha incivil y tabernaria trata de deslegitimar. Cuando Cebrián dice de Podemos que “tiene un proyecto para España que ya se ensayó en Venezuela y Bolivia con lamentables resultados”, ¿insinúa acaso que un golpe de estado como el de Bolivia podría evitarlo?

Si colaborar con esa derecha ultramontana es de por sí ruin por parte de quien dirigió un periódico que condenó hace cuarenta años un intento de golpe militar, mucho más lo es después de una crisis sanitaria con tantísimas muertes y a la espera de lo que nadie sabe con certeza sobre la posibilidad de un rebrote de la pandemia.

Todo lo que no se centre en hacer frente a ese riesgo y subsanar los errores cometidos ante una auténtica tragedia sobrevenida debería ser penalizado por los demócratas. Quienes hacen o hagan politiquería con el dolor por los fallecidos están dejando de serlo y conviene que aprendamos a reconocerlos, por si no nos bastan los precedentes históricos. Para eso está la memoria. Y también –dicho sea de paso-, la decencia.

*Artículo publicado hoy también en La última hora

Léase también@: El periodismo en liquidicación, por Rosa María Artal


      DdA, XVI/4531     

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