Lazarillo
De círculos próximos a PRISA, la empresa editora del diario El País, me llegan rumores acerca de que en breve podemos tener noticia de lo esencial de la reunión telemática celebrada con una veintena de convocados, a la que asistió el expresidente Felipe González. Sin duda se trata de la información más apetecida en los círculos periodísticos de toda condición, sin bien quienes están más cerca de poder revelarla no son precisamente los más favorables a la asilvestrada oposición. La presencia de González, que al parecer se conectó a la convocatoria desde su casa marinera, se ha entendido como pieza clave para una línea editorial -tanto en la SER como en el diario El País- contraria al actual Gobierno, habida cuenta la animadversión de Felipe al partido liderado por Pablo Iglesias, que va más allá de lo ideológico. Es sabido que quien disfruta de una potentada situación gracias a su franqueo de las puerta giratorias, vio con muy malos ojos que Unidos Podemos planteara la posibilidad de un impuesto de solidaridad a las grandes fortunas. González también entiende, como Rajoy, que no es cosa de ser solidario a cambio de nada.Lo que puede llegar a saberse en unos días, y será titular probablemente en las portadas, es lo que el expresidente dijo literalmente acerca de la necesidad de echar a Unidos Podemos del Gobierno y arrimar en lo posible al partido -al que todavía pertenece- a un entendimiento con la derecha. Es de recordar que en medio del estado de alarma y con la derecha extremada campando por las calles, tanto la cadena SER como El País mantuvieron una postura crítica con el Gobierno que con toda seguridad fue fruto de esa reunión. Alguien con reconocido prestigio profesional debería negarse a la estrategia planteada en la misma.
Libro recomendable: La Conjura
DdA, XVI/4519
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