jueves, 18 de junio de 2009

ANA MATO ACABÓ LA FIESTA DEL 7-J CON UPyD


Félix Población

Si todo fuera peor de lo que Mariano Rajoy calcula con el caso Gürtel, es muy posible que lo que le ocurrió a su compañera Ana Mato el 7-J, en plena celebración de la victoria electoral de su partido, no sea tan anecdótico como nos lo presentan esta mañana los mentideros. Podría ser muy aventurado presumir una hipótesis semejante, pero en política todo es posible cuando, en lugar de festejar los triunfos, se dan casos como el que sigue.

Ocurrió que la vicesecretaria de organización del Partido Popular y coordinadora asimismo de la campaña electoral que dio la victoria al PP en las pasadas elecciones europeas, una vez dio a conocer los resultados de las mismas a los medios de comunicación, se sintió manifiestamente enojada cuando comprobó la concurrida asistencia de compañeros en el balcón del triunfo instalado en Génova 13. Lo previsto y esperado por doña Ana era que allí sólo estuviesen el señor Rajoy y don Jaime Mayor Oreja, pero debió de ser tal el grado de euforia o el afán de protagonismo de quienes así se exhibieron que les resultó imposible sustraerse a la tentación.

Allí estaban la señora lideresa Aguirre, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero, Luis de Grandes y Pilar del Castillo, sin que ningún medio reparase en el detalle de una balconada tan concurrida como el camarote de los Marx. ¿Pretendían los presentes mostrar la imagen de un partido unido, alegre y confiado con su prieta y jubilosa presencia? Pues la señora Mato lo interpretó de muy otra manera, hasta el punto de abandonar la sede en fiesta del Partido Popular y acabar a medianoche en el hotel Villa Real, próximo al Congreso de los Diputados.

El Semanal Digital no especifica el motivo de ese destino en la madrugada, pero la alteración de doña Ana era más que patente, sin que su compañero acertara a calmarla. Lo más significativo de la presencia de ambos en el citado hotel es que allí estaba celebrando sus más modestos pero cada vez más crecientes votos el partido de doña Rosa Díez, llamado a ser en un futuro no muy lejano el principal beneficiario de las desavenencias y ultramontanismos del PP, incapaz de mostrarse unido, como es el caso, en una fecha tan venturosa para el partido como el pasado 7-J.

En ESD se dice que tanto Mato como Arenas no cayeron en la cuenta de que en el Villa Real se habían dado cita los dirigentes de UPyD. Como nunca se habrá dado un caso semejante en la historia electoral de ningún país, que unos dirigentes del partido vencedor acaben la noche de la celebración con los de un partido de la competencia, las razones de doña Ana y don Javier se podrían buscar posiblemente más en los azares políticos del porvenir que en el desconocimiento de la circunstancia apuntada, que no cuela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegará un día en que el PP y UPD hagan piña contra el PSOE y los nacionalismos periféricos.

El pinto dijo...

Según parece Ana Mato es una mujer moderna. Un encanto, de las pocas que dejan tranquilo al marido cuando elige el color del coche, no como otras que son arena de otro costal, y mandan que te cagas. Con perdon
Me ha gustado este blog. Me encantará verte por el mio.
Saludos

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