domingo, 8 de marzo de 2009

ESPAÑA ES UN PARTIDO DE FÚTBOL


Lazarillo

Una vez dijo Íñigo Urkullu, ante el enfrentamiento entre las selecciones de fútbol de España y Rusia en la pasada Eurocopa, que estaba con Rusia. Se conoce que Moscú le quedaba más cerca de Guernica y del idioma en que suele o debería entenderse con la comunidad bilingüe que su partido substancialmente ha estado gobernando hasta ahora. La cerrazón fanática que le movió entonces a soltar esa necia soflama es muy parecida a la que él y otros dirigentes del PNV están mostrando ahora ante la incapacidad de asumir que su lehendakari sea el señor López, una vez éste pacte con el Partido Popular su investidura y rompa así treinta años de hegemonía nacionalista.

El pasado miércoles, el Athletic de Bilbao llegó a la final de la Copa del Rey de fútbol después de un cuarto de siglo de estar ausente de una convocatoria en la que el equipo vasco obtuvo casi tantos títulos como su próximo adversario en esa cita, el Barcelona FC. Fue tal el entusiasmo de la afición rojiblanca que parecía que el Athletic había obtenido ya el trofeo, algo que no se dirimirá hasta el próximo 13 de mayo en Valencia, donde confluirán miles de seguidores de uno y otro equipo con la oportuna y masiva oriflama de senyeras e ikurriñas.

A buen seguro que de ser ambos países independientes, en contra de los resultados que las encuestas reflejan ahora mismo tanto en Euskadi como en Cataluña, los méritos de sus respectivos clubes serían más reducidos, a escala con la menor entidad de los adversarios eliminados en unas competiciones circunscritas a sus respectivos territorios, por lo que muy posiblemente también sería menor el entusiasmo de ambas aficiones y la oriflama de enseñas nacionales en las correspondientes finales coperas.

Pero como eso no será así, la única final posible hoy por hoy será la de Mestalla, tal como la adelanta Manuel Vicent en su artículo de contraportada en el diario El País, con España como cuestión futbolística:

"El próximo 13 de mayo, en el campo de Mestalla, el gran espectáculo deportivo de la final de la Copa del Rey va a añadir una duda más, visible, palmaria y metódica, al enigma secular de qué es España, una cuestión que a lo largo de nuestra historia ha dado de comer a innumerables filósofos, hispanistas, viajeros, políticos, sociólogos, escritores y poetas, sin que se hayan puesto de acuerdo, pese a la ingente cantidad de cocidos, chuletones y flanes de la casa, que estos intelectuales se han echado entre pecho y espalda en infinitos congresos y simposios dedicados a desentrañar semejante misterio. ¿Qué es España? Vaya usted a saber, se dicen unos a otros en la sobremesa al tercer orujo con hielo. La final de copa la van a disputar el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao. Bastará con echar un vistazo al campo de Mestalla en el momento de iniciarse el encuentro para que se acreciente aún más la disputa sobre este problema histórico. Para empezar, en las gradas flameará una apabullante orgía de senyeras catalanas, ikurriñas, bufandas y escarapelas con los colores de cada equipo. La única bandera española será la que lleve el propio rey en la solapa en forma de insignia, ni una más, sea constitucional, con toro o con gallina. Cuando el monarca acceda al palco sonará el himno nacional, que será recibido con un viento de silbidos, pero a continuación ambos equipos se batirán en una lucha agónica por conquistar un trofeo que simboliza la unidad de una sola patria. Cada gol será acompañado por un rugido liberado desde el fondo irracional de cada tribu y al final los equipos subirán al palco presidencial para que el monarca, recién abucheado, les imponga unas medallas; el vencedor exhibirá la copa a toda España con orgullo y entonces se producirá el paroxismo. El Estado tiene un origen deportivo, según Ortega. El primer deporte fue la exogamia o el rapto de mujeres fuera de la horda; luego fue la guerra; finalmente fue la ascética o el entrenamiento hasta someterse a la ley, que ejerce el árbitro con el silbato. ¿Qué es España? Después de ver a vascos y catalanes atravesar la península con sus banderas, aullar en las gradas y en los bares por conquistar la Copa del Rey, creo que España es un partido de fútbol".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y cómo se llamaría la copa? ¿Sabino Arana? ¿Trofeo Els Segadors?

COSME dijo...

Boicotean el himno seguro.
Y al rey, muchos pitos.
Va a ser un día muy republicano y federal.

Anónimo dijo...

NO ME LO VOY A PERDER. LO DEL FÚTBOL ES LO DE MENOS.
REPÚBLICA YA, A LA TERCERA VA LA VENCIDA.

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