Lazarillo
Es el mercado, amigos, que diría aquel delincuente que tuvimos por ministro de Economía. Y la gran empresa multinacional de quien nació en la montaña leonesa, Zara, no contenta con su presencia en tantísimas ciudades del planeta (1939 tiendas), se ha propuesto hacer negocio también en aquellas localidades leonesas donde se instala semanalmente el tradicional mercadillo al que concurren los pequeños comerciantes ambulantes. Esta competencia desleal donde la haya se iniciará en Cistierna y proseguirá por otros pueblos y villas de la montaña leonesa, según leemos en el Diario de Valderrueda. A los puestos callejeros de siempre, donde los vendedores hacen frente al frío invernal con sus mercancías a la intemperie, se juntará un confortable camión con dos plantas, espacios expositivos, probadores y una selección de prendas que con toda probabilidad causará el consiguiente perjuicio a quienes se ganan la vida viajando con sus camionetas de pueblo en pueblo, haciendo frente a los duros inviernos y a unas carreteras que en no pocos casos dejan bastante que desear. Sólo hace falta que Mercadona o cualquier empresa similar de alimentación haga lo propio para acabar con los mercadillos rurales. Lo más gracioso es que un portavoz de Zara ha dicho que se pretende "complementar, no sustituir, la oferta comercial existente, sumando un elemento novedoso sin perder la esencia tradicional de los mercadillos". Amancio Ortega nació en la localidad leonesa de Busdongo y de seguro que se sentirá satisfecho con ese criterio.
DdA, XXI/6212
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