martes, 28 de octubre de 2025

EL DÍA DE LA POSGUERRA EN QUE SE CANTÓ "ARRIBA FARIAS DE LA TIERRA"

 


Álvaro Noguera

¿Fue una leyenda urbana?
Primeros años de posguerra. En la prensa solo apareció una breve reseña en página par entre un anuncio de fajas para herniados, el número premiado del cupón pro ciegos y la cartelera de cines: En Pajares volcó un camión. Toda la carga quedó desparramada en un terraplén. Gracias a Dios no hubo víctimas. Ahí terminaba la noticia. Lo que no decía era que el camión transportaba diez mil cajetillas de Farias de la Tabacalera de Gijón. Era la época del estraperlo. Sin duda a algún conspicuo de la situación se le había venido abajo la fechoría en una pradera con un gran desnivel, casi un precipicio, donde había quedado un camión destrozado y diez mil cajetillas esparcidas. La guardia civil se encargó, recibiendo órdenes de arriba, de que nadie se acercase. La cuestión ahora era recoger los Farias allí diseminaos. Reclutar gente del entorno, imposible, todos estaban en Cuelgamuros levantando el valle de los Caídos de buena gana; solo quedaban los viejos, y fue uno de ellos el que se presentó a los guardias civiles ofreciéndose a solucionar el problema.
Eso hágolo yo solu, dijo.
¿Cómo lo vas a hacer?
Cantando, coño.
Venga, largo de aquí, que no estamos de humor.
El hombre tanto insistió que los guardias, entre escépticos, cabreados y con un puntín de coña accedieron. No perdían nada.
Llegaron al borde del precipicio y el paisano tomó aire, sacó pecho y cantó:
Arriba Farias de la tierra, en pie famélica legión…
De lo que ocurrió a partir de entonces hay dos versiones. Una diz que, fue empezar a cantar y les tagarnines pusiéronse en pie desfilando puño en alto hasta la carretera.
Otra versión, ye que los Farias ni se movieron.
Lo que sí puede ser verdad ye que al paisano no y dieron la medalla del trabajo y que y dejaron la cara como un congreso eucarístico.
Estuvo-y bien empleao. Por metese donde nadie lu llamaba.

DdA, XXI/6148

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