martes, 30 de septiembre de 2025

TRUMP INCLUYE EL ANTIFASCISMO COMO GRUPO TERRORISTA

En su discurso en la ONU, el rey de España  pidió que Israel dejase de asesinar a niños, recuerda el articulista. Unas declaraciones polémicas, escoradas a la izquierda. Intolerables para la ultraderecha española liderada por Ayuso y Abascal, ya que el papel del rey debería ser, como mucho, neutral: no estar ni a favor ni en contra del asesinato de niños. Si el delirio ultra continúa la progresión esperada, será cuestión de tiempo -entiende Tecé- que el Fa americano apunte de manera oficial en su lista de terroristas a quienes se oponen al asesinato de niños.



Gerardo Tecé

En una jornada rutinaria en el Despacho Oval, Donald Trump decidió incluir al antifascismo en su lista de grupos terroristas. Enemigos de América, llama a quienes va apuntando en esa lista con la misma soltura con la que Jesús Gil, pionero del trumpismo, despedía entrenadores. Si para Trump ayer el enemigo era el antiguo director del FBI en la era Obama, hoy lo es el movimiento Antifa. Una decisión valiente, señalan en la siempre ultraderechista y obediente –valga la redundancia– cadena Fox y razón no les falta. El presidente de Estados Unidos se arriesga a que parte de la población norteamericana con estudios sea capaz de despejar el significado de Fa para, a continuación, hacer una regla de tres básica y descubrir qué posición ocupa quien considera terrorismo el hecho de pensar que el fascismo está feo. Se complican las cosas para el bueno de Harrison Ford. Tras señalarse públicamente en pasadas elecciones apoyando a los demócratas, el actor se expone ahora a que algún asesor del presidente norteamericano, uno de esos hombres ricos, blancos y brillantes que sonríen sin parar en público ante cada palabra que sale de la boca de su jefe, descubra que el único empeño del actor en Indiana Jones fue joder a los nazis. ¿Por qué tanto odio, señor Ford? Trump –o Fa, como quieran llamarlo– ha puesto sobre la mesa las líneas maestras de su plan para acabar con el antifascismo en Estados Unidos. Se trataría de identificar a sus líderes –los familiares del presidente Roosevelt están acojonados– y atacar sus vías de financiación. Ha dicho usted en redes sociales que está en contra del fascismo, ¿quién le financia? Pues mire, trabajo de cuatro a cierre en el Burger King, responderá el interrogado porque esta investigación, como casi todo lo que rodea a Trump, será tan divertida como esperpéntica.

Cómo de imbécil hay que ser para imitar a un imbécil. Es la pregunta que muchos se hacen estos días mientras Vox, la sucursal hispana –ándale, manito– del trumpismo, repite en España las mismas consignas que se le van ocurriendo sobre la marcha al presidente americano que propuso beber lejía contra el covid. Antifascismo es terrorismo, repiten como loros verdes los responsables de redes sociales de Vox plagiando a Trump desde una sede en la que el cuadro del Rey Felipe VI en la pared comienza a resultar molesto. Felpudo Sexto lo llaman porque, además de fascista, uno puede ser poeta y porque el rey de España se ha vendido al sanchismo, al parecer. Lo confirma que, durante la pasada cumbre de la ONU, el monarca pronunciase un discurso en el que pidió que Israel dejase de asesinar a niños. Unas declaraciones polémicas, escoradas a la izquierda. Intolerables para la ultraderecha española liderada por Ayuso y Abascal, ya que el papel del rey debería ser, como mucho, neutral: no estar ni a favor ni en contra del asesinato de niños. Si el delirio ultra continúa la progresión esperada, será cuestión de tiempo que el Fa americano apunte de manera oficial en su lista de terroristas a quienes se oponen al asesinato de niños. Tendremos entonces conflicto diplomático servido y los republicanos españoles el papelón de vernos defendiendo a un rey. Qué tiempos.

CTXT  DdA, XXI/6119

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