“Todos los grandes medios de comunicación, desde el New York Times hasta el Washington Post, desde AP hasta Reuters, han servido de cinta transportadora de la propaganda israelí, blanqueando los crímenes de guerra y deshumanizando a las víctimas, abandonando a sus colegas y a su supuesto compromiso con la información veraz y ética”. La autora del artículo no concibe llevar la acreditación de prensa de esa agencia informativa sin sentir una profunda vergüenza y dolor, cuando más de 200 medios de comunicación de 50 países, decenas en España, se suman este lunes a la movilización global, impulsada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), para denunciar «la masacre deliberada de periodistas en Gaza» y exigir el acceso sin restricciones de la prensa extranjera a la Franja.
Valerie Zink
Durante los últimos ocho años he trabajado como freelance para la agencia de noticias Reuters. Mis fotos sobre las provincias de las praderas [en Canadá] han sido publicadas por el New York Times, Al Jazeera y otros medios de comunicación de Norteamérica, Asia y Europa entre otros lugares. Pero en este momento me resulta imposible seguir colaborando con Reuters debido a su papel justificando y permitiendo el asesinato sistemático de 245 periodistas en Gaza. A mis colegas palestinos les debo al menos esto y mucho más.
Cuando Israel asesinó a Anas Al-Sharif, junto con todo el equipo de Al-Jazeera en la ciudad de Gaza el 10 de agosto, Reuters decidió publicar la afirmación totalmente infundada lanzada por Israel de que Al-Sharif era un agente de Hamás, una de las innumerables mentiras que medios de comunicación como Reuters han repetido y legitimado de forma obediente. La disposición de Reuters a perpetuar la propaganda de Israel no ha salvado a sus propios reporteros del genocidio israelí. Otros cinco periodistas, entre ellos el cámara de Reuters Hossam Al-Masri, se encontraban entre las 20 personas asesinadas esta mañana [el 25 de agosto] en otro ataque al hospital Nasser. Consistió en lo que se conoce como un “un ataque de doble golpe”, en el que Israel bombardea un objetivo civil, como una escuela o un hospital, espera a que lleguen los médicos, los equipos de rescate y los periodistas, y luego vuelve a atacar.
Los medios de comunicación occidentales son directamente culpables de crear las condiciones para que esto pueda suceder. Como dijo Jeremy Scahill, de Drop Site News: “Todos los grandes medios de comunicación, desde el New York Times hasta el Washington Post, desde AP hasta Reuters, han servido de cinta transportadora de la propaganda israelí, blanqueando los crímenes de guerra y deshumanizando a las víctimas, abandonando a sus colegas y a su supuesto compromiso con la información veraz y ética”.
Al repetir las mentiras genocidas de Israel sin determinar si tienen alguna credibilidad –abandonando deliberadamente la responsabilidad más básica del periodismo–, los medios de comunicación occidentales han hecho posible que en dos años se haya matado a más periodistas en una pequeña franja de tierra que en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y las guerras de Corea, Vietnam, Afganistán, Yugoslavia y Ucrania juntas, por no hablar de matar de hambre a toda una población, destrozar a sus niños y quemar viva a la gente.
El hecho de que el trabajo de Anas Al-Sharif ganara un premio Pulitzer para Reuters no les hizo sentirse obligados a salir en su defensa cuando las fuerzas de ocupación israelíes lo incluyeron en una “lista negra” de periodistas acusados de ser militantes de Hamás y de la Yihad Islámica. No les hizo salir en su defensa cuando pidió protección a los medios de comunicación internacionales después de que un portavoz militar israelí publicara un vídeo en el que dejaba clara su intención de asesinarlo tras un reportaje que hizo sobre la creciente hambruna. No les empujó a informar con honestidad sobre su muerte cuando fue perseguido y asesinado semanas después.
Valoro el trabajo que he realizado para Reuters durante los últimos ocho años, pero en este momento no concibo llevar esa acreditación de prensa sin sentir una profunda vergüenza y dolor. No sé cómo se puede honrar el coraje y el sacrificio de los periodistas en Gaza, los más valientes y mejores que jamás hayan existido, pero lo intentaré en mis futuros trabajos y contribuciones.
Lista de periodistas asesinados
CTXT DdA, XXI/6090
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