Félix Población
El incendio declarado en Fasgar, en el municipio leonés de Murias de Paredes, se ha convertido en uno de los más graves y prolongados de la historia reciente de Castilla y León. Mas de tres semanas (23 días) de infierno. A pesar de la herida de las llamas en la tierra, Carlos Fernández ha captado esta imagen de las flores que, con las primeras y débiles lluvias, anuncian el otoño. Se las llama quitameriendas y son propias de los pastos de alta montaña. Sirva como estímulo esta fotografía, que muestra el perenne y renacido empeño de la naturaleza por superarse sobre la tierra quemada, para gentes como el alemán que llegó a un pueblo del Bierzo, Lusio, en el municipio de Oencia, con la idea de tener ovejas y hacer quesos artesanos. En ello estaba Jörn Rossler cuando el entorno fue arrasado por el fuego. Se había comprado una casa que estaba restaurando y lo ha perdido todo, menos el sueño, porque hay sueños que no los apaga el fuego, por arraigados. Les pasa como a esas preciosas flores de la alta montaña. El ciclo natural de la vida le puede a la tierra quemada. Lo mismo que volverá a impulsar Rossler entre los escombros su casa. "Así funciona la vida -dice-, perdí mucho pero voy a salir adelante, no hay otra manera". Gente como él y tanta otra merecerían gobiernos que no la olviden, pero ya hay titulares en la prensa que dan testimonio de lo que se siente en estas provincias de la España abandonada después de la catástrofe, mal prevenida y gestionada: Ahora nos olvidarán como hacen siempre. Es algo que se repite, se repite, se repite...Como los votos que hacen posible esos gobiernos.
*Publicado también el el diario Heraldo de León
LA VIDA SE ABRE PASO "EN LAS MÉDULAS"
"La vida se abre paso en Las Médulas", asegura la investigadora y profesora de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal del Campus de Ponferrada de la Universidad de León Flor Álvarez Taboada, que esta tarde ha visitado varios puntos del Espacio Natural y Cultural para conocer de cerca los efectos del fuego. Lo ha hecho junto a Leonor Calvo y otras integrantes de los grupos de investigación Dracones y Geat, especializadas en ecología de suelos quemados. "El suelo de las zonas que hemos visitado no está muy afectado y ya empieza a hacer rebrotes", apunta Taboada. "La nota "positiva" es que la severidad en el suelo no ha sido alta en la mayoría de las zonas que hemos revisado. Habrá rebrotes pronto si llueve suave. Los diámetros de las cepas de brezo y de otros matorrales que han quedado confirman que el fuego no fue muy intenso (en cuanto a sus efectos en el suelo) y que pasó rápidamente en muchas zonas", explica la ingeniera forestal. "En algunas zonas de mucha pendiente, con muy poco suelo ya de partida (zonas de brezal en su mayoría), sí hay una mayor severidad, pero ya se partía de poco suelo", dice también Flor Álvarez Taboada.
DdA, XXI/6090
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