miércoles, 13 de agosto de 2025

LEONESES, DEJEN DE QUEJARSE EN LA BARRA DEL BAR O PERDERÁN SU TIERRA


Gus Cornell Weiland

Se calcula que ya son unas veinte mil las hectáreas devoradas por el fuego que ayer arrancó en Molezuelas de la Carballeda. Hoy el infierno ha cruzado la linde hacia la provincia de León, obligando a desalojar a miles de personas en ambas provincias de la Región Leonesa.
Y no es el único frente. A este monstruo hay que añadir otros dos incendios brutales: el de Las Médulas, en León, y el de Puercas, en Zamora, que está arrasando la parte sana que quedaba de la Sierra de la Culebra. Esa misma sierra donde hace tres años ardieron casi 66.000 hectáreas y donde, pese a las lágrimas y las promesas, no se hizo casi nada para evitar que volviera a ocurrir.
Ya hay un muerto. Un paisano que, desbrozadora en mano, subió voluntario al monte y no volvió. Mientras tanto, los dos máximos responsables de este puñetero y desencajado engendro autonómico, Mañueco y Suárez-Quiñones, vuelven a demostrar que no mandan nada y que tampoco saben mandar. Ni soluciones, ni planes, ni humildad para pedir al Estado que tome las riendas con medios suficientes. Ni siquiera la decencia mínima de informar con claridad y asumir responsabilidades.
Porque esa cosa birregional que nos desgobierna —antinatural, ineficaz y absurda— lleva décadas siendo un cortafuegos… pero solo para frenar cualquier avance, inversión o defensa de esta tierra.
Y aquí viene lo peor: si los leoneses no aprendemos de esta desgracia, si no dejamos de quejarnos en la barra del bar y empezamos a tomarnos en serio que nadie más que nosotros va a defender este suelo, entonces mereceremos el destino que otros ya nos han escrito: la extinción lenta, entre humo y silencio.

DdA, XXI/6071

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