martes, 15 de julio de 2025

VOX DEBERÍA SER DECLARADO ILEGAL SEGÚN LA LEY DE PARTIDOS

Preguntado Abascal si condena el hecho de que decenas de ultraderechistas intenten agredir a vecinos de piel oscura que nada tienen que ver con la brutal agresión a un anciano, su respuesta ha sido no condenarlo, sino señalar a la inmigración como culpable. Bien. Dice la ley de partidos, que tanto aplaudió la derecha en su momento, que “un partido podrá ser declarado ilegal por promover, justificar o exculpar los atentados contra la vida o la integridad de las personas, o la persecución de personas o grupos por razón de su ideología, religión o creencias, nacionalidad, raza, sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Enrique del Teso nos recuerda hoy: En 2003 Herri Batasuna fue ilegalizada aplicando la ley de partidos políticos de 2002, que sigue en vigor. En la exposición de motivos se lee: «El objetivo es garantizar el funcionamiento del sistema democrático y las libertades esenciales de los ciudadanos, impidiendo que un partido político pueda, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de bandas terroristas»

Gerardo Tecé


La de Torre Pacheco no es la primera agresión que vemos en España. Tampoco la primera que sufre un pobre anciano sin justificación aparente. Recuerdo varios casos en los que miembros de grupos neonazis, nacionalistas españoles de ultraderecha, patearon a ancianos que dormían en la calle o refugiados en un cajero. Los vagabundos son escoria y hay que quitarla de en medio, recuerdo que decía por los pasillos de mi instituto el único nazi que conocí por aquel entonces, cuando ser escoria no estaba de moda. Son muchas las agresiones gratuitas que la ultraderecha, principal grupo terrorista de este país, ha perpetrado por las calles en los últimos tiempos. Palizas por ser negro, palizas por ser homosexual, palizas por ser de izquierdas. Hace un tiempo un anciano fue agredido salvajemente en Almería en un caso similar a este. La noticia no trascendió y los convoyes repletos de cabezas rapadas –y vacías– no se movilizaron. Los agresores de aquel anciano eran españoles. Aquella agresión, grabada en vídeo, fue tan brutal que la ultraderecha, terrorista y mentirosa a partes iguales, la utiliza ahora para presentarla, falsamente, como la agresión de Torre Pacheco.

No. Ni la agresión en Torre Pacheco ha sido la primera ni la respuesta ultraderechista tiene nada que ver con defender las calles de ningún peligro. Hasta las neuronas de un nazi entienden que esto simplemente se trata de racismo ante la perspectiva –no confirmada en el momento en que se publica este artículo– de que los autores sean de origen magrebí. No es algo que disimulen. Lemas como “salir a la caza del magrebí” lo ponen bastante complicado para los medios afines al PP que se empeñan en colocarse de perfil, marcando una exquisita equidistancia entre agredidos y bandas ultras repletas de tipos con antecedentes violentos viajando a Murcia dispuestos a agredir por el color de la piel. Las tertulias de referencia, ni a favor ni en contra del desfile de manadas nazis atentando contra vecinos. Dejemos que hable el pueblo. Pongámosle el micro al vecino que, contrario a la inmigración, declare que basta ya de violencia en las calles y que, bueno, lo del establecimiento de kebab atacado porque sí son cosas que pasan cuando la gente se enfada, no nos centremos en eso. Lo peor de los nazis no son los nazis, sino los cobardes que los rodean.

Este intento por prender la mecha de la violencia coincide en el tiempo con la petición de Vox de expulsar de España a ocho millones de personas migrantes. Si las casualidades no existen a la hora de indignarse por una agresión e ignorar otras, tampoco existe en estos casos en los que la escoria institucional y la escoria en la calle se dan la mano. Preguntado Abascal si condena el hecho de que decenas de ultraderechistas intenten agredir a vecinos de piel oscura que nada tienen que ver con la brutal agresión a un anciano, su respuesta ha sido no condenarlo, sino señalar a la inmigración como culpable. Bien. Dice la ley de partidos, que tanto aplaudió la derecha en su momento, que “un partido podrá ser declarado ilegal por promover, justificar o exculpar los atentados contra la vida o la integridad de las personas, o la persecución de personas o grupos por razón de su ideología, religión o creencias, nacionalidad, raza, sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Si en algo estoy de acuerdo con la ultraderecha es en algunos de sus lemas. Especialmente en aquellos que dicen que hay que hacer cumplir la ley. Que ya está bien de mirar para otro lado permitiendo que las calles y las instituciones de este país se llenen de escoria. Amén.

CTXT DdA,XXI/6.042

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