domingo, 13 de julio de 2025

EN LA ESCUELA DE ALEXIS DÍAZ PIMIENTA

 


Félix Maraña

Soy humilde decimero
que comparece, oposita
a vivir pues necesita,
cantando su cancionero,
como hacía aquel pascuero
que recorría la Pampa,
perfilando con su estampa
un retrato sapiencial.
Ya sabemos que al final
llueve pero siempre escampa.
Sé que Alexis va primero,
porque guarda en su cabeza,
por una extraña rareza,
ese ingenio decimero
que nos toma el delantero
y nos saca de la pista,
hasta perderlo de vista
corriendo detrás de él.
Nos suben el arancel
hasta en la clase turista.
Y nos deja entre dos velas,
al final del recorrido,
que tú vas y el ha venido
con un montón de espinelas.
Y te esfuerzas y te encelas
por ver si logras llegar
a su ritmo de rimar
en la improvisación.
Y no aprendes la lección.
Otra vez, vuelta a empezar.
Al final, es lo que cuenta,
tras multiplicar ensayos,
tras fatigas y desmayos,
algo de sal y pimienta,
logras una poca renta
para aprobar el examen.
Al final viene el dictamen,
un aprobado escasito
y repites, despacito,
si no es conforme, reclamen.
Decimero, decimero,
dinos ya quién te alimenta,
¿es tu origen Díaz Pimienta,
o tu perfil habanero?
¿Acaso es tu heredero?
Dinos, si sabes, la hora
que desde niño hasta ahora
te marcó el camino recto.
Dinos cómo eres perfecto,
dinos ya sin más demora.

DdA, XXI/6.040

No hay comentarios:

Publicar un comentario