viernes, 27 de junio de 2025

LAS VÍCTIMAS DE GAZA: 860 SOLDADOS ISRAELÍES FRENTE A 56.000 CIVILES PALESTINOS


Félix Población

Por fin sabemos por qué se llama guerra a lo que, a juzgar por la mayoría de la información recibida a lo largo de más de veinte meses, más parecía el conteo permanente de víctimas civiles entre la población palestina. Ayer, siete soldados israelíes fueron víctimas de un artefacto explosivo adosado a su vehículo blindado en el sur de Gaza que les causó la muerte. Ocurrió un día después del asesinato de 44 civiles palestinos, cuando tropas israelíes y aviones no tripulados abrieron fuego contra centenares de personas que esperaban ayuda humanitaria. Euro News facilita esta información junto a la del balance hasta ahora de soldados israelíes que perdieron la vida en la invasión de la Franja de Gaza, a las órdenes de un gobierno genocida: 860, de los que más de 400 combatían en Gaza. La ofensiva israelí ha ocasionado  más de 56.000 víctimas mortales, en su mayoría civiles, buena parte de ellas menores, mujeres y ancianos. Esta es la llamada Guerra de Gaza, cuya versión en la Historia de Occidente debería quedar registrada con la desproporcionalidad que reflejan estas cifras, a las que hay que unir la de más de 200 periodistas palestinos asesinados, con la pretensión de que la fuentes de esa historia no sean claras. También se debería hacer constar, ante ese balance, el informe actualizado que ofreció a finales del pasado año el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (Estocolmo), según el cual los ingresos de las cien mayores empresas armamentísticas -de las que 41 tienen sede en Estados Unidos- ascendieron a 632.000 millones de dólares, debido sobre todo al aumento en la demanda a causa de las guerras de Gaza y Ucrania. Los ingresos de las empresas de Estados Unidos alcanzaron los 317.000 millones de dólares. El genocidio en la Franja de Gaza prosigue porque es lucrativo, ha dicho la relatora de la ONU. Hemos llegado al aciago tiempo en que el Mercado, amigos, se abastece con el asesinato de millares de menores palestinos, sustentando sobre todo por quien quiere proseguir ese negocio con un 5 por ciento de PIB en el rearme de los países de la OTAN para la industria de la guerra, lo que traerá consigo unos beneficios aún mayores para las empresas de la guerra. Esta es la Europa bajo la suela de Estados Unidos que mantiene hipócritamente como himno el de la fraternidad entre los pueblos, con los versos de Percy Bysshe Shelley y los acordes de Beethoven: Alegría, hermosa chispa de los dioses /¡hija del Elíseo!/¡Ebrios de ardor penetramos,/ diosa celeste, en tu santuario!/ Tu hechizo vuelve a unir/ lo que el mundo había separado,/ todos los hombres se vuelven hermanos/ allí donde se posa tu ala suave. Quienes nos acercamos al arrabal de senectud, habríamos deseado, a estas alturas de la edad, que el porvenir para el planeta y nuestros descendientes fuera muy distinto al que los señores de la guerra y los mercados tienen en sus agendas y cuyo fin no es otro que el de la codicia insaciable de las élites que organizan el cotorro de construir las armas de la muerte y la destrucción. La naturaleza de la que formamos parte no se está mereciendo lo que el ser más inteligente que la puebla está ocasionando con su cerril desprecio y maltrato a la admirable y hermosa vida que habitamos. 

DdA, XXI/6.022

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