Este señor y su partido consiguieron algo más de tres millones de votos en las últimas elecciones generales, por lo que no debe ser motivo de burla o befa, aunque representando a su partido haga el ridículo, como es el caso. Una parte de nuestra mocedad elige para que la representen a Vox, después de haber carecido de la educación democrática propia de un país que la defienda ante todo y contra todo lo que pueda ponerla en jaque.
Admiróse un portugués
"Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
¡Arte diabólico es!
dijo torciendo el mostacho
¡Que para hablar el gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí lo habla un muchacho".
Un tal Santiago Abascal,
que dice ser español,
más incluso que un guiñol,
que habla y pronuncia muy mal,
con un discurso banal,
intentó hablar en francés,
para qué te quiero Andrés,
allá por la dulce Francia.
No hay pronunciación más rancia,
ni que fuera un portugués.
A los fascistas de Francia,
mientras Le Pen se reía,
porque nadie lo entendía,
arengó a la militancia,
con torpeza y arrogancia,
propia de un tipo vulgar.
No sabe ni pronunciar
el francés más comprensible.
Un pensamiento ilegible,
necio, para renegar.
DdA, XXI/6.010
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