Seguimos recordando lo que que ese diario representa en la historia del periodismo en España desde aquel infausto 11-M. Por eso no le extraña al articulista que Esteban Urriztieta, subdirector del periódico y príncipe de las cloacas imputado por el caso Villarejo, firme una exclusiva con la que igual espera ganar el Pulitzer del año en curso. El PP se la ha creído, porque para eso tiene periódico que lo cortejan, y cree que estamos ante un "José Luis sé fuerte", tal como M. Rajoy trataba al corrupto tesorero Bárcenas.
Gerardo Tecé
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utiliza whatsapp para hablar con personas. La exclusiva del diario El Mundo es de las que hacen época. Esteban Urreiztieta, ilustre partícipe de las cloacas imputado por el caso Villarejo, firma una pieza que es, desde ya, candidata al Pulitzer 2025. En ella logra desnudar a un Pedro Sánchez que, en sus conversaciones privadas, muestra su verdadero rostro. Un tipo que le felicita el cumpleaños a sus compañeros de partido. Un hombre que, cuando los barones del PSOE intentan moverle la silla, en lugar de celebrarlo, se muestra molesto. Un presidente que, de cuando en cuando, chatea con conocidos y les manda saludos o comenta aspectos de la actualidad política. ¿Hasta cuándo aguantará este nivel de tiranía el pueblo español?
El interlocutor de estas conversaciones privadas del presidente del Gobierno que ahora son públicas se llama José Luis Ábalos. Fue ministro, más tarde exministro y a continuación fue imputado por la trama corrupta protagonizada por su mano derecha, Koldo García. Las conversaciones publicadas por El Mundo son previas a la aparición del Caso Koldo. Es decir, en ellas Sánchez no habla con un imputado, ni con un investigado, ni con el tipo al que acababan de expulsar de su partido, sino con un excolaborador sin ningún caso abierto con la Justicia. Por eso, la exclusiva de El Mundo no tiene en realidad como protagonista al presidente del Gobierno, sino a usted. Si le ha pillado el notición del siglo en mitad de una mudanza, en un pico de trabajo que le hace volver tarde y cansado a casa, si no da abasto con las extraescolares de los niños o simplemente anda usted despegado de la actualidad política, sepa que El Mundo está intentando engañarle contándole que han pillado a Pedro Sánchez manteniendo conversaciones amistosas con un corrupto. Es falso. Tan falso como el trabajo que El Mundo realizó los meses y años posteriores a 2004 en los que fabricó teorías conspirativas alrededor del peor atentado de la historia de España dando el pistoletazo de salida a esta época que hoy vivimos.
Que Sánchez chatee con colaboradores, ministros o miembros del equipo de baloncesto que se junta para echar una pachanga, que sea simpático o antipático, no es noticia. Sí lo es cómo hemos conocido estas conversaciones, ya que la policía, por orden de un juez, intervino las comunicaciones de los imputados de la trama Koldo para buscar indicios delictivos y, a cambio, encontraron conversaciones irrelevantes útiles para engañarle a usted. Si no entiende cómo funciona esto, Urreiztieta que sigue en su cargo y esperemos que con un aumento de sueldo por los servicios prestados, se lo podría explicar bien. Se trata de que quienes tienen acceso a documentación policial o judicial se la filtren a un periodista sin estómago dispuesto a intentar engañarle a usted con fines políticos. Esa documentación secreta a veces puede ser falsa, como en los casos en los que se utilizaron medios públicos para atacar a Podemos o a los partidos independentistas, y a veces puede ser irrelevante como en el caso de los whatsapp con los que ahora atacan Sánchez. El origen es lo de menos, lo importante es el destino, que es usted con la guardia baja.
Desde el PP, siempre cómicos a su forma, se han apresurado a asegurar, desafiando la línea cronológica marcada por el cristianismo que dice que el año 2020 d.C. es anterior al 2024 d.C. en el que explotó el Caso Koldo, que estamos ante un “José Luis, sé fuerte”, haciendo referencia a los mensajes en los que Rajoy le aseguraba al tesorero imputado de su partido que estaban haciendo lo posible por ayudarlo a salir indemne. Traducido al castellano, si será corrupto Pedro Sánchez que se comporta como nosotros. Te tienes que reír porque si no te pasarías el día llorando. El escándalo de los whatsapps de Pedro Sánchez no hará caer a este gobierno, pero sí hará caer aún más la imagen de una Justicia española que no ordenará que la Guardia Civil irrumpa en el despacho de nadie para buscar el origen de la filtración de un documento secreto que es parte de una investigación en curso. Hasta donde sabemos –quizá nuevas conversaciones de whatsapp confirmen otra cosa– Sánchez no está saliendo con Isabel Díaz Ayuso ni tampoco ha fabricado facturas falsas por valor de dos millones de euros, con lo cual su derecho a la privacidad no merece tanto la pena. ¿Se habrá planteado el juez Peinado que, antes de acabar de hacer el ridículo en su investigación sobre la esposa del presidente, podría ordenar la intervención de sus comunicaciones? Así, en unos meses, podríamos ver en la portada de El Mundo cómo Sánchez le da los buenos días a su mujer, cómo critica a su cuñado o recomienda una serie. Con suerte, podríamos incluso ver fotos íntimas de la pareja. La derecha política, policial, judicial y mediática estaría de acuerdo en que sería un castigo merecido para quien lleva años negándoles, con la excusa de los votos en las urnas, la titularidad de un cortijo que por ley divina les pertenece.
CTXT DdA, XXI/5.986
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