Lazarillo
A veces, no siempre por que me harta la sobrada dosis publicitaria con la que la SER abona sus informativos, escucho a la hora de levantarme unos pocos minutos del programa de Àngels Barceló. Digo minutos porque suelo apagar el receptor a la primera ración de propaganda o, como me ha ocurrido esta mañana, al escuchar que un niño palestino-estadunidense murió "al ser disparado por colonos israelíes" (también en el Huffington Post). Sabe muy bien este Lazarillo que la emisora de Prisa elude utilizar el verbo asesinar cuando las víctimas de los bombardeos o disparos israelíes son niños palestinos (llevamos ya decenas de miles), pero de ahí a infringir agravios tales a la gramática me parece de una desfachatez y falta de profesionalidad bochornosas. Lo mismo se puede decir cuando desde los mismos micrófonos se nos dice que como resultado de la acciones armadas del gobierno de Netanyahu "resultan muertos" menores, ya sea por parte de los colonos israelíes o como consecuencia de bombardeos a escuelas, campos de refugiados y hospitales. Hoy nos hemos enterado a través de La Sexta de que hay un millón de niños palestinos sin asistencia vital. Malditos sean los verdugos de ese pueblo y quienes los respaldan. La palabra es genocidio, el verbo es matar o asesinar y el sustantivo asesinato.
DdA, XXI/5.953
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