lunes, 24 de marzo de 2025

MEJOR UNA OBRA LITERARIA CON LAS VÍCTIMAS QUE CON LOS VERDUGOS


Félix Población

Diga lo que diga Juan del Val acerca de la supremacía de la obra literaria sobre el dolor que ésta puede causar a quien sufrió el asesinato de sus hijos por parte del protagonista de esa obra literaria, no creo que ni el autor de la misma ni la editorial que quiere publicar el libro hayan primado el valor literario sobre los pingües beneficios y la notoriedad que les iba a reportar el producto. Ni tampoco pienso que quienes de modo posiblemente masivo -impulsados por una publicidad a juego con la materia- iban a acudir a las librerías a comprar el libro, dada la repercusión mediática que tuvo el asesinato de dos criaturas de corta edad cuyos cadáveres quemó su padre para hacer desaparecer sus restos, se pusieran a leerlo con el objetivo de satisfacer su afición por la literatura en una nación tan poco apegada a las letras. Hubo un periódico hace muchos años que tuvo, en un país donde la lectura de diarios estaba bajo mínimos, la mayor circulación entre los que se publicaban en España. Se llamaba El Caso, semanario de sucesos, y lo que el libro pretende, con el retrato y versión del progenitor asesino, no es más que un simulacro intelectual con similares objetivos a los que perseguía aquel periódico que mi tío Ángel leía en el retrete. Mucho más comercial y morboso resulta indagar en la personalidad y testimonio del padre que mata a sus hijos a sangre fría, para vengarse de la madre e imponerle un  sufrimiento posiblemente de por vida, que ocuparse en escribir sobre los efectos que la violencia vicaria origina y los testimonios de quienes la sufren. Vende mucho más lo primero y de esto es de lo que se trata cuando un autor y una editorial se empeñan en ello. 

DdA, XXI/5.940

No hay comentarios:

Publicar un comentario