Hay convocatorias que por la fecha de su realización quedan un tanto atrasadas o fuera de la razón que deberían haber tenido bastantes meses antes. Michele Serra es uno de los columnistas con mejor reputación en el diario La Repubblica, el más prestigioso quizá de los periódicos de aquel país. Desconozco lo que Serra habrá escrito durante los quince meses de genocidio en la Franja de Gaza. Es de suponer que una firma como la suya haya tenido al menos una posición crítica acerca de la masacre del pueblo palestino llevada a cabo por el gobierno de Netanyahu. No concibo a un periodista de su nivel pasando por alto el asesinato de miles de menores, mujeres y ancianos bajo la hipócrita excusa de combatir al terrorismo de Hamas. Tampoco creo que Michele Serra haya pasado por alto el asesinato de más de 200 periodistas palestinos, a los que hay que añadir en los últimos días el de cuatro profesionales más, con el objetivo por parte de las tropas israelíes de acallar la voz de quienes pretendían contar lo que estaba ocurriendo en la Franja de Gaza. Hace unas fechas, el columnista de La Repubblica hizo una llamada para concentrar a la ciudadanía en la plaza del Popolo de Roma y movilizar un sentimiento pro europeísta que rescate los valores fundacionales de la Unión Europea, que son los de la democracia y la paz. La concentración juntó a unas 50.000 personas, un número que, a pesar de ser magnificado en los medios de comunicación españoles, podría ser estimable si se considera que obedece a la llamada de un periodista en un diario, pero que tampoco es lo suficientemente importante como hacer gala del sentimiento pro europeísta de la ciudad de Roma. Realmente, al día de hoy, cuesta trabajo creer en ese sentimiento y en esos valores fundacionales, los de la paz y la democracia que musicalmente la Unión Europea quiso simbolizar en la Novena Sinfonía de Beethoven haciendo de esta partitura su himno, cuando se hace balance de la masacre sufrida por el pueblo palestino, que aún prosigue el gobierno de Israel matando a menores por las desoladores condiciones en las que quedó su tierra (sin agua potable, sin hospitales ni viviendas), sabiendo que los gobiernos europeos pusieron parte de las armas asesinas. Concentraciones como las de este fin de semana en Roma deberían haber sido convocadas en este viejo continente cada día que fue noticia la aportación armada de un gobierno de la Unión Europea a la masacre de Netanyahu.
DdA, XXI/5.933
2 comentarios:
Está bien recordar esto. Hoy por hoy no podemos estar "orgullosos de ser europeos". Si a los manifestantes de Roma de ayer les parece bien la postura de la Unión europea en casos como Gaza, inmigración, en la distinta manera de relacionarse con los fuertes y con los débiles etc. y eso les hace sentirse orgullosos, podrían manifestarse con ellos Netanyahu, Trump y otros como ellos. A mí me gustaría poder sentirme orgullosa de ser europea, pero siento vergüenza.
Compartimos sentimiento, estimada lectora. Queremos vivir como europeas, dijo Cercas. Como europeos libres de la OTAN, mejor.
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