Lazarillo
Es lo que tiene llegar a una alta representación de la política, como lo es presidir el gobierno de la Comunidad de Madrid, con una subdesarrollada capacidad intelectual y un talante autoritario e inquina hacia el adversario político propios del viejo régimen, compitiendo con la extrema derecha desde un partido que se dice de centro-derecha. Me parece de una gravedad extrema que esta señora haya escrito, en los móviles de los diputados madrileños de su partido en la Asamblea de Madrid, un mensaje que por simbólico que se quiera hacer pasar, pasa más bien por una jerga guerra-civilista impropia de un país democrático. Si es inadmisible que toda una presidenta de un gobierno autonómico pueda escribir, al dictado más que posible de su asesor en jefe en un momento de euforia provocada, que "hoy la izquierda está acabada. Matadlos", resulta de una ignominia y miseria moral absolutas hacerlo en un país que soportó cuatro guerras civiles en su historia, con la última imponiendo una larga dictadura como memoria inolvidable de lo que frasecitas como esa pueden recordar. Es usted repulsiva, señora presidenta. La ciudadanía de Madrid debería reaccionar democráticamente ante lo que usted representa con esa jerga mafiosa de enfrentamiento civil. O al menos, debería.
DdA, XXI/5.933
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