Aunque las últimas líneas del editorial de Diario Red pecan de cierta grandilocuencia al contrastar el eslogan de El Diario con el que podría ser el de Canal Red (periodismo a pesar de todo y periodismo para cambiarlo todo, respectivamente), es evidente que los episodios más oscuros de la crisis democrática que vive España en los últimos años los ha protagonizado la alianza entre los poderes mediático y judicial, y que en este país es necesario hacerle periodismo al periodismo para darle herramientas de autodefensa y educación mediática a la ciudadanía. Si esto siempre debió procurarse para la buena salud democrática de la nación, estamos ahora en unos tiempos en que la desinformación, las patrañas y la manipulación informativa requieren más que nunca lo que el editorial de Diario Red reclama.
Canal Red nació con la firme idea de hacer periodismo para desentrañar las relaciones de poder que impiden los avances democráticos. Si el objeto del periodismo es incomodar al poder, la exclusión habitual de los poderes mediáticos de la investigación periodística solo habla de dinámicas corporativas, cuando no de pura omertá.
Por eso siempre hemos apostado por hacerle periodismo al periodismo desde una convicción amarga: la de que la mayoría de los medios de comunicación y las prácticas periodísticas están dominadas por prácticas corruptas y deshonestas. Buena parte de los medios y sus profesionales representan hoy uno de los grandes males que dañan los ya de por sí defectuosos sistemas democráticos.
Con estas premisas publicamos la pasada semana sendas investigaciones periodísticas, firmadas por Dina Bousselham y Raúl Solís, que prueban que Eldiario.es ocultó los presuntos acosos laborales de su colaborador Peio Riaño y que decidió no publicar la presunta agresión sexual de Iñigo Errejón en junio de 2023 en Castellón, a pesar de la existencia de varias fuentes, entre ellas una de autoridad, como era la de la propia organización del evento musical que denunció el acoso del exportavoz de Sumar a una mujer.
Sabemos que no es habitual hacerle periodismo al periodismo y que ello incomoda a muchos profesionales que no están acostumbrados a que su trabajo sea objeto de análisis profesional o a que se considere a las empresas para las que trabajan actores políticos e ideológicos de cuya actividad se debe informar.
La investigación de nuestros dos periodistas ha revelado que Eldiario.es llevó a cabo prácticas de dudosa ética profesional que contrastaban con su ferocidad editorial hacia Podemos. Que Eldiario.es tenga un sesgo favorable al PSOE y Sumar es tan legítimo como que nosotros lo tengamos hacia Podemos. Es legítimo que los medios tengan líneas ideológicas y simpatías partidistas. Lo que no es legítimo es despreciar la deontología profesional para acusar falsamente a un partido de no haber actuado ante testimonios que señalaron comportamientos machistas inaceptables, al tiempo que su medio ocultó el caso de presunto acoso laboral de un colaborador y un caso de presunta agresión sexual del portavoz de Sumar.
En Diario Red no escondemos nuestra línea. Somos un medio de izquierdas y latinoamericanista en cuyo consejo editorial hay varios ex dirigentes de Podemos y cuyo director fue el fundador y primer secretario general de este partido. Que no tengamos vínculos orgánicos con Podemos (no somos un órgano de expresión de partido) no cambia que compartamos ideología y proyecto cultural con el partido en el que algunos militamos.
Eldiario.es está en su derecho de querer ser un medio afín al Gobierno, pero ello no le da derecho a llevar a cabo trabajos sucios para éste. Si decide hacerlo, puede estar seguro de que le haremos el periodismo correspondiente, desde el rigor y respetando siempre la deontología profesional. Nos sorprende que desde el comité de redacción de Eldiario.es hayan publicado un comunicado “en defensa de los trabajadores” para denunciar “señalamientos y falsedades” sin aludirnos directamente y sin especificar qué falsedades habríamos publicado. Si se demuestra que nuestros periodistas han cometido una mala praxis en la elaboración de sus investigaciones, estaremos encantados de pedir perdón y rectificar.
Sin embargo, el señalamiento de Eldiario.es a nuestras informaciones no concreta nada y se queda en un patético ejercicio de corporativismo victimista. Si el victimismo se ejerce además desde el plató de La Sexta, no solo resulta patético, sino de una inmoralidad absoluta.
Nacimos para dar una alternativa mediática a la gente de izquierdas de nuestro país, harta de un periodismo que se hace llamar progresista pero que ha asumido una alianza existencial con quien hoy representa el paradigma de la corrupción periodística en España: Antonio García Ferreras. Algunos de nosotros fuimos víctimas de sus prácticas mafiosas que fueron, ante todo, prácticas propias del periodismo dominante en España. Ferreras se formó en PRISA, ejerció de brazo mediático de Florentino Pérez y hoy sienta en su plató a los principales referentes de Eldiario.es.
Nuestra democracia necesita resortes para defenderse de un poder mediático corrupto que ha vampirizado a buena parte del periodismo progresista. En esa tarea trabajamos desde nuestro nacimiento, con mucha humildad pero con toda la determinación. Y a esta labor nos vamos a seguir dedicando. Hacerle periodismo al periodismo es darle herramientas de autodefensa y educación mediática a la ciudadanía.
No es casualidad que la alianza entre los poderes mediático y judicial haya protagonizado los episodios más oscuros de la crisis democrática española en los últimos años. Otros medios son libres de mirar para otro lado, de seguir guardando silencio, legitimando prácticas mafiosas o aplaudiendo actitudes antiéticas, pero en Canal Red vamos a continuar haciendo lo que vinimos a hacer. Nosotros no hacemos periodismo, a pesar de todo; hacemos periodismo para cambiarlo todo.
DdA, XXI/5.921 DIARIO RED
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