Lazarillo
El sumario de la Dana muestra que la mayoría de las doscientos y pico muertes que produjo la riada tuvieron lugar antes de que sonara la alarma en los teléfonos móviles de los valencianos. Hay que ser muy bruto políticamente o tener un embrutecido amor al poder para mantener durante estos últimos meses al presidente de la Generalitat de Valencia en su cargo, después del grotesco, desfachatado e inverosímil cambio continuado de versiones por parte de Carlos Mazón. Si se considera que Feijóo no sólo ha mantenido a Mazón en el puesto sino que lo ha venido defendiendo sin reservas, no es raro que en la sede del Partido Popular se respire estos días una atmósfera de nerviosismo y descontento, perceptible ya en el desayuno informativo que Mazón convocó en el Ritz, con la ausencia del líder de su partido y de la lideresa aspirante. Si sumamos a esas significadas ausencias que la jueza investigadora de la tragedia vivida en Valencia podría acabar dictando sentencia por "homicidios cometidos por imprudencia grave y actuación negligente", tal como ha dicho, es de prever que el resultado de aquel respaldo a Carlos Mazón pueda costarle en breve a Feijóo la cabeza al frente del Partido Popular, dejando su lugar al alcance cantado de Díaz Ayuso para hacer frente con unas ciertas garantías a lo que esa nueva crisis del Partido Popular originaría en beneficio de Vox, el partido dilecto de Trump.
DdA, XXI/5.918
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