martes, 28 de enero de 2025

PARALIZAN CABUEÑES, OTRA OPORTUNIDAD DE NEGOCIO PARA LA SANIDAD PRIVADA

Armando Nosti

Sin pretenderlo, me he convertido en un buen “cliente” del SESPA, comprobando personalmente cómo la atención en Cabueñes se deteriora, y no por los profesionales, excelentes en su mayoría, a los que cada día se les pide más sin que los medios que les facilitan crezcan en proporción a las exigencias. El año pasado pude ver muchas veces las obras de ampliación, que prometían una pronta mejoría.
Ahora resulta que las obras certificadas apenas alcanzan la cuarta parte del total y que las empresas que las ejecutan, muy conocidas, exigen una actualización en los precios que el Principado no considera justificada, decidiendo tirar por el camino de en medio volviendo al punto de partida.
Las anteriores ampliaciones de Cabueñes llegaron con cuentagotas e incumpliendo plazos y precios. Ahora, la más importante, que ya debía de haberse terminado hace años, comienza una nueva andadura cuyo fin se desconoce, pero se adivina largo.
Las reacciones de los políticos son las esperadas, aprovechar para meter peseta y arrimar el ascua a su sardina; hasta el PSOE local lo hace cuando su secretario dice que quieren lo mejor y que si la empresa no se lo da, hay que cambiarla, intentando convertir el pecado en virtud.
Cuando los sanatorios privados de Gijón se han convertido en hospitales modernos y prestan todos los servicios, los Hospitales de Jove y Cruz Roja, que mejoran continuamente los suyos tienen acuerdos con el SESPA, y uno de los grupos sanitarios más importantes de España ya tiene parcela en Gijón, la paralización de Cabueñes supone una oportunidad de negocio para todos ellos, y se convierte en una inestimable inyección para la privatización de la sanidad tan deseada por muchos.
Las empresas que conforman la UTE que se adjudicó la obra, tienen experiencia suficiente para que casos como este no se produzcan, pero lo habitual es lo contrario, usan esa experiencia para adjudicarse las obras ofreciendo precios bajos, contando con ampliaciones y revisiones posteriores que pueden llegar a duplicar el importe inicial y sus beneficios. Está demostrado que los controles para evitar estas maniobras no funcionan, sería conveniente revisarlos estableciendo medidas que los eviten, pero las grandes empresas tienen armas para seguir imponiendo sus leyes, se llaman puertas giratorias, intereses creados, donaciones, patrocinios, tienen muchos nombres y una sola finalidad. Y mientras, en Gijón sigue creciendo el museo de las grandes obras en el limbo.

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