miércoles, 29 de enero de 2025

LA MAREA HUMANA DE UN PUEBLO MASACRADO HACIA UNA VIDA ARRASADA


"Había sonrisas en los rostros cansados, pero tristeza en los corazones. Volver a casa es una pequeña victoria, pero para ellos fue una gran victoria. Sin embargo, sabían que les esperaba una vida muy difícil. Una no vida. Y la muerte en perspectiva. Muchos de los que regresaron esperaban encontrar a sus muertos bajo los escombros de sus casas". El periodista palestino nos cuenta esto del retorno de esa marea humana a su vida arrasada. Cabe preguntarse si alguna vez tendremos oportunidad de conocer al detalle las imágenes de ese regreso para que el mundo al que pertenecemos tenga constancia fehaciente de lo que la colaboración de este mundo nuestro ha respaldado. La Franja de Gaza será ahora un inmenso solar arrasado, convertido paulatinamente en un gran campo de refugiados hasta que Israel y USA dispongan, porque Europa no tendrá voz como hasta ahora.


Rami Abou Jamous/ Orient XXI

Lunes 27 de enero de 2025.

El sábado se produjo el segundo intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás: 200 palestinos por cuatro soldados israelíes, soldados asignados a la vigilancia de la Franja de Gaza, capturados el 7 de octubre de 2023. Las brigadas Ezzedine El-Qassam entregaron los soldados a un representante de la Comité Internacional de la Cruz Roja ( CICR ) durante un espectáculo espectacular. Esta puesta en escena tenía como principal objetivo enviar varios mensajes al gobierno y al público israelí. En primer lugar, el vídeo grabado justo antes de la ceremonia, donde vemos a los prisioneros agradeciendo, en árabe, a las brigadas Al-Qassam por haberles protegido de los bombardeos de su propio ejército  ; forma de afirmar que a los israelíes no les importan las vidas de sus nacionales. Ciertamente conocemos los límites de la credibilidad de las declaraciones hechas por prisioneros bajo coacción. Aún así, las imágenes mostraban a los soldados vivos y aparentemente en buen estado de salud. Entonces, la elección de hacer esto en la Plaza Palestina, en el centro de la ciudad de Gaza, es simbólica aunque sólo sea por el nombre del lugar. Hamás había instalado allí un gran escenario, con logotipos de las brigadas Al-Qassam y lemas en hebreo, que decían por ejemplo que el sionismo no iba a ganar, decorado con retratos de líderes militares israelíes.

La plaza estaba asegurada por filas compactas de combatientes de las brigadas, con los rostros ocultos bajo una capucha negra y la frente rodeada por una diadema verde. Hamás demostró así que tenía la intención de mantener el poder en Gaza. Subidos al escenario, los soldados israelíes fueron supervisados ​​por estos combatientes, cada uno armado con un Tavor, el modelo más reciente de rifle de asalto israelí, que equipa a las tropas de élite y probablemente capturado durante el ataque a los puestos militares el 7 de octubre de 2023.

El mensaje fue: todavía estamos aquí, mucho más fuertes de lo que queríamos hacerles creer  ; Tenemos vuestras armas y tenemos vuestros soldados. Como guiño adicional, cada una de estas últimas iba vestida con un uniforme flamante, que recuerda al del ejército israelí, y sin duda confeccionado en los talleres clandestinos de costura de Hamás. Traducción: incluso tenemos los medios para preocuparnos de devolverle a sus cautivos vestidos con dignidad, a diferencia del trato que ustedes dan a los prisioneros palestinos. El uniforme, sin embargo, tenía algunos accesorios locales: un colgante que representaba el mapa de toda Palestina y una pulsera con los colores de la bandera palestina. Los medios israelíes falsificaron estas imágenes reemplazando banderas palestinas por banderas israelíes.

Por tanto, Hamás canta la victoria. ¿Pero quién ganó esta guerra ? Desde el punto de vista israelí, no podemos hablar de éxito. Netanyahu no logró sus objetivos: liberar a todos los prisioneros israelíes y erradicar a Hamás. Este último apareció a plena luz del día desde las primeras horas del alto el fuego, con sus combatientes con uniformes caqui y sus policías de azul. El gobierno y la administración anunciaron en un comunicado que regresaban al trabajo. El poder militar sigue activo, a pesar de la muerte de muchos de sus líderes. Muchos jóvenes militantes fueron entrenados para unirse a las brigadas Ezzedine El-Qassam para reemplazar a los combatientes muertos.

¿Los prisioneros? Desde el primer día, el líder de Hamás en Gaza, Khalil Al-Hayya, declaró que no habría liberación de prisioneros sin un acuerdo de alto el fuego y un intercambio con prisioneros palestinos. Y eso es lo que pasó. Por lo tanto, Netanyahu perdió y creo que, políticamente, pronto será su fin. Es como un vampiro que debe alimentarse de sangre. Si la sangre deja de fluir, su vida política se acaba.

Pero los israelíes también tenían un objetivo no declarado: continuar lo que no habían logrado completar en 1948. Todavía no han podido expulsar a los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza, pero lo han hecho para que ya no sea habitable. De hecho, el 85  % de la población no tiene hogar. Ya no hay vida en Gaza. Más universidades, más escuelas, más guarderías, más hospitales, más infraestructura, más carreteras, más agua potable, más alcantarillado, más electricidad. Incluso si la reconstrucción se realiza sin problemas y rápidamente, llevará años y años. Estamos en un período de no vida. Y creo que el precio de la liberación de los prisioneros palestinos fue muy alto. Todos consideran que han ganado. Pero puedo decirles que el gran perdedor es la población de Gaza y Palestina en general.

Un millón y medio de habitantes de Gaza quieren regresar a casa. Pasaron quince meses en condiciones terribles, en tiendas de campaña o en simples lonas, bajo el frío o el calor o bajo la lluvia, sufriendo desnutrición y siendo bombardeados periódicamente. Se esperaba que el camino de regreso a casa en la parte norte se abriera el sábado. Cientos de miles de personas se dirigieron hacia el eje Netzarim, la tierra de nadie que divide en dos la Franja de Gaza. Muchos de ellos habían vendido todas sus posesiones para emprender este viaje. Habían desmontado sus tiendas y lonas. No tenían un lugar al que regresar. Pasaron la noche en la calle, con frío, todos en la carretera de la costa. Otros, en la carretera de Salaheddine, dormían en sus coches. Miles de coches formaron un gigantesco atasco. Los israelíes dispararon. Hubo dos muertes. Todos querían estar entre los primeros en llegar. Porque todo el mundo sabe que no habrá mucho espacio para montar tiendas de campaña en medio de las ruinas.

Duró dos días y dos noches. Y luego, durante la noche del domingo al lunes, finalmente se llegó a un acuerdo entre Israel y Hamás para el regreso de los desplazados. El paso estaría autorizado a las 7.00 horas para los peatones y a las 9.00 horas para los vehículos, en la carretera de Salaheddine. Esta tercera noche fue una noche de insomnio para la multitud que esperaba. Y fue una fiesta. Miles de personas cantaban. A las seis y media de la mañana, una marea humana comenzó a cruzar el eje de Netzarim, de siete kilómetros de ancho. Hombres, mujeres, niños, ancianos, enfermos, personas con muletas y sillas de ruedas. La mayoría caminó entre 25 y 30 kilómetros desde Rafah, Khan Younes o Deir el-Balah.

Había sonrisas en los rostros cansados, pero tristeza en los corazones. Volver a casa es una pequeña victoria, pero para ellos fue una gran victoria. Sin embargo, sabían que les esperaba una vida muy difícil. Una no vida. Y la muerte en perspectiva. Muchos de los que regresaron esperaban encontrar a sus muertos bajo los escombros de sus casas. Cada uno de estos rostros escondía una historia particular.

Al mismo tiempo, Trump declaró que pediría a Egipto y Jordania que acojan a dos millones de palestinos, que "limpien" Gaza para "mejorarla". Para los israelíes, por supuesto, no para los palestinos. O más precisamente, por los colonos israelíes que ocuparán nuestro lugar. Éste es el verdadero objetivo de guerra de los israelíes. Trump comenzó con Egipto y Jordania, pero ciertamente presionará a otros países. Quiere resolver la cuestión palestina a su manera, no mediante la guerra, sino mediante una solución “ humanitaria ”. 

Orient XXI  DdA, XXI/5.893

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