Félix Población
Tres meses después de su desaparición de la vida política -al dimitir de todos sus cargos-, ayer reapareció Íñigo Errejón en los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid para declarar como consecuencia de la denuncia por agresión sexual que presentó en su día la actriz Elisa Moliáa, que también acudió ayer a los juzgados para hacer lo propio. Dada la expectación mediática que despertó el caso y que se reavivará a lo largo del juicio, es muy probable que repercuta aún más en el decrecimiento del movimiento Sumar, o lo que sea, habida cuenta también el papel de sumisión al PSOE que Sumar viene desempeñando en el gobierno de coalición. Fuentes de Podemos vienen insistiendo en que el partido morado habría pasado de un punto en estimación electoral hasta más del 5 por ciento en un año, por lo que obtendría diez diputados si se celebraran en la actualidad unas elecciones generales, una cifra que estaría por encima de la que lograría Sumar. A falta de lo que se derive del caso que afecta a quien fuera portavoz de la formación política que lidera Yolanda Díaz, es muy probable que si Errejón fuera condenado, el descrédito de Sumar se incrementaría, no sólo por la condena en sí misma sino por la posibilidad de que se añadan nuevos datos que responsabilicen a Yolanda Díaz de haber permitido que Errejón fuera elegido portavoz conociendo sus precedentes acosadores. Es casi seguro que en torno al asunto, según se desarrolle el mismo en los juzgados, se prodiguen oleadas mediáticas de información y opinión que tengan su influencia en lo que se ha dado en llamar la izquierda del PSOE. La influencia final se sabrá cuando haya una sentencia y ésta se refleje en las encuestas, de momento más proclives a favorecer al partido* al que traicionó el presunto acosador que al que lo nombró portavoz no desconociendo al menos sus tendencias.
*Cabe recordar que fue hoy hace diez años cuando en el teatro del Barrio de Lavapiés, Madrid, Podemos inició su andadura. Pocos lo han recordado, por si acaso.
DdA, XXI/5.884
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