Félix Población
Se trata de un valioso documental sobre la vida y el legado del médico y político canario Juan Negrín López (1892-1956), presidente del Gobierno durante la Segunda República, estrenado recientemente en la Televisión de Canarias y cuyo visionado es muy recomendable, no sólo por la trayectoria política del protagonista sino por su sobresaliente labor en el ámbito de la investigación médica. Con él, asegura uno de los profesores entrevistado en el documental, de no haberse producido la guerra, la investigación en España sería muy distinta a la que es. Ese mismo profesor de fisiología de la Universidad Complutense, que Negrín contribuyó a crear en la Ciudad Universitaria siguiendo el modelo de las universidades alemanas en las que se formó desde que era un adolescente, reflexiona acerca de la vida de don Juan preguntándose si fue vencido por todos o acabó ganando cuando ya estaba solo. En el documental interviene Carmen, la nieta de Negrín, quien asegura que sólo dejó de luchar cuando la ONU reconoció al régimen de Franco (meses después falleció repentinamente), diversos historiadores como Ángel Viñas, Enrique Moradiellos, José Miguel Pérez o Salvador Albiñana, el presidente de la Fundación Juan Negrín, sita en Las Palmas, y personal de esta institución encargado de catalogar la gran biblioteca de Negrín, cuyo conocimiento de hasta nueve lenguas la hace especialmente importante. Entre otros asuntos se habla en el film del papel jugado por don Juan durante su jefatura del gobierno en el transcurso de la guerra, de las relaciones que mantuvo con Manuel Azaña -personas ambas de la generación del 14, universitaria y europeista- y de la escrupulosa pulcritud con la que se comportó en todo lo referente al llamado Oro de Moscú, tema profundamente estudiado por Ángel Viñas desde sus comienzos como historiador. Las cuentas de Negrín acerca Oro de Moscú fueron descubiertas en el Ministerio de Hacienda por el profesor Fuentes Quintana, siendo éste vicepresidente de asuntos económicos del tercer gobierno de la monarquía en 1977, después de haber sido ocultadas por la dictadura para difamar a don Juan, que en palabras de Viñas fue condenado tanto por la extrema izquierda como por la extrema derecha por concitarse en su persona todas las responsabilidades de la derrota republicana, derrota a la que se resistió hasta el fin (resistir es vencer) por pensar que el inicio de la segunda Guerra Mundial podría ser favorable para la España republicana. Alguno de los intervinientes cita a propósito de don Juan una frase de quien dijo que encarnó el coraje y la dignidad de un pueblo y sólo sucumbió cuando lo abandonaron sus amigos. No se olvida en el film que el Partido Socialista expulsó en 1946 a Negrín y a otros militantes socialistas, y que tuvieron que pasar demasiados años, hasta 2009, para que todos ellos fueran readmitidos en un acto de reparación que tuvo lugar en la sede del PSOE. Entre ellos se encontraba mi querido Amaro del Rosal Díaz (1904-1991), con quien compartí hasta su fallecimiento tantas horas de su precisa y copiosa memoria durante sus años de vida digna y modesta en Madrid, adonde regresó procedente del exilio en Méjico, y cuyos archivos -por decisión personal- conserva la Fundación Pablo Iglesias.
DdA, XX/5.816
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