José Ignacio Fernández del Castro
«Porque trabajar mucho, comer poco y vestir mal es un estado de violencia que no puede durar.» Baltasar Melchor Gaspar María de JOVELLANOS y Ramírez (Gijón, Asturias, 5 de enero de 1744 – Puerto de Vega, Navia, 27 de noviembre de 1811): "Cartas del Viaje de Asturias (Cartas a Ponz)", hacia 1782.
En este mundo, en este país, en esta comunidad, en esta ciudad, en este barrio (puede leerse cualquier barrio de cualquier ciudad de cualquier región de cualquier país de este mundo) sigue habiendo gente que, mientras las estadísticas nos dicen que renace el pluriempleo porque un trabajo ya no es garantía de poder vivir dignamente, trabaja mucho, come poco y viste mal para poder sobrevivir (léase malvivir) a duras penas... Y esa gente, a veces, osa protestar públicamente porque no puede acceder a una vivienda (ya ni siquiera miserable en cualquier régimen de compra o alquiler), porque no puede fundar y sostener su propia familia (por mucho que se diversifiquen sus modelos), porque no puede trabajar en condiciones (de jornada, salario y/o relación laboral) mínimamente decentes... Pero la minoría que regenta y disfruta (con derechos que no son universales, sino privilegios particulares) ese estado de desigualdad injusta se queja rauda de cómo esas protestas interrumpen su tránsito y afean "sus calles" (las mismas donde ella se manifiesta histéricamente contra cualquier atisbo de articulación política de una mengua en esos privilegios). Porque lo de esas mayorías que ven su vida precarizada es "violencia igualitaria" para el mantenimiento de "lo común" (que tanto suena a comunista), mientras lo de esa minoría es simple egoísmo (base del liberalismo y pilar de la individualización de la sociedad). ¿Dónde está la verdadera violencia?
DdA, XX/5.825
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