viernes, 22 de noviembre de 2024

BRONCANO/MOTOS Y LA BERREA DE LAS AUDIENCIAS


Félix Población

Pese al éxito de audiencia que Broncano tiene con La Revuelta en La Uno de TVE y que personalmente me parece un programa insoportable, tanto o más que la decoración del plató en el que se desarrolla, era de prever que el igualmente insoportable y ruidoso programa de la competencia, con Motos en El Hormiguero, tuviera con el de Broncano alguna agarrada. Como no me suelen interesar para nada los divertimentos y entrevistas que discurren en uno y otro, tampoco la presencia de un piloto de motos -por afamado o exitoso que sea- captó mi atención, si bien, por azares del mando a distancia, caí en La Revuelta en el momento en que su presentador -cuya entonación monocorde de graciosillo desenvuelto tampoco trago- pedía disculpas a la audiencia porque el piloto en cuestión no tenía permiso de Motos para ser entrevistado en La Revuelta antes que en El Hormiguero. Por lo tanto, aunque Jorge Martín, el piloto, estaba en el camerino (el programa se graba por la tarde), rechazaba salir al plató porque en el programa de Motos tenía una entrevista emplazada para la semana que viene. O sea que lo que el presentador de El Hormiguero le debió de decir al piloto es que primero él y no su adversario mayor en las audiencias. Jorge Martín, por razones que desconocemos, se dejó presionar por el canal privado de televisión en el que se emite El Hormiguero y dejó a la televisión pública y al público que asiste en directo a La Revuelta sin quince minutos de emisión, sustituidos por un vídeo sobre la berrea del ciervo. Desconozco si se eligió ex profeso un documental de esta temática para ilustrar la pugna de audiencias entre ambos presentadores -de la que no dejamos de recibir información hasta el hartazgo-, pero lo cierto es que, más que las explicaciones poco convincentes de Broncano contando lo ocurrido, debería ser TVE quien informara y tomara algún tipo decisión sobre lo que ha sido, en toda regla, un incumplimiento por parte de su presentador estrella de una parte de la franja horaria de su programa. ¿O es que en lugar de la berrea no se le supone a Broncano, con un contrato millonario abonado por todos nosotros, capacidad profesional para improvisar con sus colaboradores durante quince minutos? Esperamos esas explicaciones de nuestra televisión pública, a menos que deje pasar el desprecio a los telespectadores que supone lo ocurrido.

DdA, XX/5.830

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