De los tres instigadores al odio que se mencionan en el artículo que publica hoy CTXT, me pareció especialmente llamativo y grave por la inusitada e insidiosa agresividad de su autor el firmado hace unos días en el diario conservador ABC por el novelista Juan Manuel de Prada, resentido acaso por el fracaso literario de su última obra, a pesar de la gran cobertura publicitaria que se le prestó. Me parece que el firmante de un texto en el que se aboga por "ahorcar y descuartizar" a los responsables del terrible drama sufrido por la provincia de Valencia, bastaría para que su autor no sólo fuera denunciado por tan evidente llamamiento a la violencia en un país cuya historia pasada y reciente está bien sobrada de violencia, sino para que otros medios de la progresía mediática en los que el articulista también colabora reparasen en la vergüenza de contar con quien así hace honor a la cofradía que ha dibujado en su viñeta mi estimado amigo Álvaro Noguera, inspirado quizá, según este Lazarillo, en el conocido poema de Antonio Machado:
Gerardo Tecé y Julián Macías
La asociación sin ánimo de lucro Acción Contra el Odio (ACO) ha presentado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional una denuncia contra varios propagandistas, usuarios de redes sociales y canales ultraderechistas de Telegram que hicieron llamamientos a la violencia en las horas previas a las agresiones sufridas el pasado 3 de noviembre por la comitiva de autoridades que visitó la localidad valenciana de Paiporta.
Cumpliendo los estatutos de la ACO –luchar contra la impunidad de quienes difunden discursos de odio y sus derivadas–, el equipo jurídico de esta plataforma ha denunciado ante la Fiscalía a los comunicadores Javier Negre, Juan Manuel de Prada y Jaume Vives, así como a los administradores de los canales de Telegram de los grupos ultraderechistas Revuelta y Alt Right España. Los denunciantes instan a la Audiencia Nacional a investigar si se han cometido varios delitos de inducción a la violencia.
En el caso de Juan Manuel de Prada, el escritor utilizó su columna en el diario ABC para negar la evidencia científica del cambio climático y hacer un llamamiento a “ahorcar y descuartizar” a los que, según el denunciado, serían los responsables del terrible drama sufrido en Valencia. Entre esas autoridades destaca el presidente Sánchez, citado expresamente en la columna de Juan Manuel de Prada. Por su parte, Javier Negre difundió desde su cuenta de Twitter un mensaje en el que anunciaba el supuesto recorrido que Pedro Sánchez realizaría al día siguiente por las zonas afectadas por la DANA. Un mensaje que concluía con un “Si os pilla cerca ya sabéis. PD: el rey no tiene la culpa”.
El tuit tuvo numerosas respuestas del tipo “a masacrar al felón”. Jaume Vives, colaborador de varios grupos asociados a la ultraderecha como Hazte Oír, también difundió en redes el recorrido de la comitiva por Paiporta, dando en este caso coordenadas geográficas muy específicas y animando a sus seguidores a “venir a saludarlo”. El “saludo” del activista Vives fue un preludio a la presencia en Paiporta, confirmada en una información de Diario Red de diversos miembros de organizaciones extremistas como Revuelta, Comunión Tradicionalista Carlista, Devenir Europeo y Falange.
Minutos antes de los actos violentos, el administrador del canal de Telegram “Alt Right España” compartía una captura de pantalla en la que alguien indicaba cuál sería el recorrido de la comitiva pidiendo que se hiciera viral “para que todo el mundo vaya allí a esperarles”. Un mensaje que, de nuevo, fue entendido por la comunidad de usuarios como un llamamiento a la violencia, generando respuestas del tipo: “Pedrear (sic) a Pedro Sánchez es lo que toca”.
Según la denuncia presentada ante la Audiencia Nacional por ACO, estas comunicaciones fueron idénticas a otras muchas que se reprodujeron en canales afines a VOX y a la extrema derecha, como Revuelta, Democracia Nacional, España 2000, y sus grupos en red Anti progre, HerQles, Noviembre Nacional, División Azul o Desokupa, entre otros. En todos estos avisos, argumenta el equipo jurídico de Acción Contra el Odio, queda demostrado que existía conocimiento de cuál sería el itinerario de la comitiva formada por el Jefe del Estado, y los presidentes del Gobierno central y autonómico, y se incitaba a acudir para atentar de diversas formas contra la misma.
Llama la atención que, más allá de los llamamientos a la violencia denunciados ahora por ACO, los propios hechos cometidos el pasado 3 de noviembre contra autoridades del Estado no hayan sido reclamados por la Audiencia Nacional, tribunal competente en esta materia, sino derivados al juzgado de Torrent. Una decisión de la Audiencia Nacional, la de inhibirse en este caso, que contrasta con otras actuaciones anteriores. Todos tenemos en la retina el caso de Valtonyc o el de los titiriteros detenidos en las calles de Madrid, por poner solo dos ejemplos de casos juzgados por un tribunal cuya responsabilidad es proteger a los poderes del Estado. En este caso, la Audiencia Nacional no ha considerado que los altercados protagonizados por colectivos ultraderechistas y que acabaron en agresión al presidente del Gobierno y en lanzamiento de barro contra los reyes y Mazón sean merecedores de ninguna actuación por su parte.
Por todo lo anterior, Acción Contra el Odio solicita que la Audiencia Nacional investigue las implicaciones de los denunciados en esos llamamientos previos a la violencia; dado que los hechos violentos acabaron sucediendo, ACO solicita que se procese a los denunciados por un posible delito de inducción. Además, la denuncia pide que se investiguen posibles filtraciones de las Fuerzas de Seguridad hacia los grupos extremistas que conocían de antemano el lugar concreto donde llegó la comitiva de autoridades.
En las horas previas a la presentación de esta denuncia, Acción Contra el Odio quiere dejar claro que en ningún momento se pretende judicializar la comprensible rabia de los vecinos de las zonas afectadas –ninguno de ellos aparece en la denuncia–, sino denunciar e investigar el llamamiento e inducción a la violencia protagonizado por el entorno ultraderechista, que pretendía aprovechar el dolor causado por la DANA para extender la violencia y el caos con fines políticos. La denuncia también pretende que la Audiencia Nacional se tenga que pronunciar sobre un asunto que es de su plena competencia y que, incomprensiblemente, en el caso de los autores materiales, ha decidido convertir en un asunto menor, inhibiéndose en favor del juzgado de Torrent. Diferentes gobiernos europeos, como Alemania, Francia y Reino Unido, consideran ya que los discursos de odio y el terrorismo de extrema derecha son la mayor amenaza actual para las democracias. Esperamos que esta denuncia sirva para que el poder judicial español empiece a tomar en serio esta amenaza.
CTXT DdA, XX/5.821
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