Lazarillo
Me vuelvo a ocupar del viejo reino de León o de la región leonesa, como prefiera el curioso lector, desde la que escribe este Lazarillo. Y otra vez para insistir en lo mismo gracias a la ilustración tomada del muro Contra el compadreo institucional y la desidia de los zamoranos. La verdad es que el compadreo institucional y la desidia o indiferencia ciudadanas afectan, también, a todas las provincias que se resienten de la galopante despoblación, frente a la cual nada hacen durante decenios los sucesivos y reiterados gobierno del Partido Popular en la mal nacida y gestionada comunidad de Castilla y León. Sólo Salamanca experimenta un ligero aumento demográfico en los últimos tres meses, frente a la pérdida que sufren las provincias de Palencia, Ávila, León y Zamora. No parece que la pregunta que se plantea pueda encontrar como respuesta un límite. Más bien caben todas las posibilidades de que se vaya a peor, máxime si los electores siguen eligiendo para gobernar a los mismos que hacen posible desde hace cuarenta años que siete leoneses, a lo largo del último trimestre, hayan abandonado cada día su tierra por no tener horizonte para vivir en ella o porque, en ella, se les cierran todos los horizontes. Lo de sangría poblacional no es en la provincia de León, sobre todo, una frase retórica. Es una vergüenza institucional arraigada y votada.
DdA, XX/5.735
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