Paco Faraldo
En la Sexta, hoy. Habla Errejón del asunto de la policía patriótica, se presenta como víctima y aguanta varios minutos ¡oh, prodigio! sin decir la palabra prohibida: Podemos. A continuación, y siguiendo con el mismo tema, habla la portavoz de Sumar en el Congreso refiriéndose al martirologio de sus compañeros de Sumar; toma el relevo el cronista parlamentario habitual del programa y se refiere a la lista de citados en los informes de la policía en los cuales aparece en primer lugar el responsable de finanzas de Podemos seguido por Yolanda Diaz, como segunda perseguida; allí debajo de la lista, “solo con 120 menciones”, está Pablo Iglesias. Aprovechando la mención a la vicepresidenta Yolanda se inserta un tuit suyo quejándose también en primera persona de la persecución sufrida. En fin, toda una secuencia urdida y manipulada es obvio, por el valido de Florentino que dirige Al rojo vivo, un tal Ferreras. Lo de Errejón no es que no tenga nombre, sino que tiene varios. Como procuro dosificar los adjetivos fáciles, diré que el día que le perdí definitivamente el respeto político fue cuando vi su gesto en el Congreso mientras Pablo Iglesias hacía una alusión a la cal viva manejada con tanto desparpajo en aquella época de gobierno socialista. Igual ya entonces tenía claro su futuro.
DdA, XX/5.703
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