miércoles, 3 de julio de 2024

LEGITIMACIÓN JUDICIAL DE LA VIOLENCIA POLÍTICA

Según el editorial que publica hoy Diario Red, perteneciente a Canal Red, el medio que dirige Pablo Iglesias desde hace algo más de un año, la sentencia de la jueza mencionada en el artículo absolviendo al acosador de la familia Iglesias-Montero durante meses en el entorno de su domicilio, es el acta de defunción del principio más básico que hace posibles las democracias liberales y la legitimación judicial de la violencia política en España. Que nos pille en periodo vacacional no lo hace menos grave porque lo es, y mucho, sobre todo en este país que conoció la violencia de una guerra, una posguerra, una dictadura y la del terrorismo hasta hace unos cuantos años. Dice el editorial:


"La sentencia absolutoria de la jueza Belén Pérez Fuentes, lejos de ser una anécdota más en el rifi-rafe político diario, tiene un profundo significado que no podemos dejar pasar. La exoneración del acosador Miguel Frontera lanza, por un lado, un mensaje nítido a cualquier fascista que quiera ejercer la violencia contra aquellos que no piensan como él: "podéis hacerlo con total tranquilidad y con la garantía de que vais a quedar impunes", les está diciendo la jueza. La firma de Belén Pérez Fuentes —que imparte justicia en nombre del Rey, según la Constitución Española— al final de la sentencia absolutoria es la legitimación judicial de la violencia política en España y, por tanto, es el fin de la democracia. Puede parecer que esta es una afirmación demasiado dura, pero eso es exactamente lo que ocurre cuando el Poder Judicial dice públicamente a la ciudadanía de nuestro país que cada uno puede votar lo que quiera el domingo electoral, pero que, si hay demasiada gente que vota a determinadas opciones de la izquierda transformadora, entonces los violentos tendrán carta blanca para intentar destruir la vida de las personas que se pusieron al frente de la candidatura hasta que abandonen la política para proteger a su familia. Obviamente, para que un sistema democrático pueda existir más allá de lo formal, es indispensable que todo el mundo tenga libertad política para poder presentarse a las elecciones sin que ello conlleve la destrucción psicológica y personal a través de la violencia. Que la policía y la jueza Pérez Fuentes hayan permitido a Miguel Frontera utilizar impunemente los métodos del fascismo para hostigar a Irene Montero, Pablo Iglesias y sus hijos va mucho más allá del hecho concreto y supone, ni más ni menos, que el acta de defunción del principio más básico que hace posible las así llamadas democracias liberales.

DIARIO RED

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