Félix Población
Ni los futbolistas del Real Madrid ni el club se caracterizan precisamente por lo que su más reciente y sonado fichaje, Kylian Mbappé, acaba de hacer público en Francia, donde es la figura más valorada de su selección de fútbol, aspirante a lograr el título de la actual edición de la Eurocopa que se celebra en Alemania.
Las declaraciones de este excepcional y joven futbolista en vísperas de que la selección francesa disputara su primer partido en Alemania, después de la victoria de la extrema derecha en su país en las últimas elecciones europeas y ante las próximas elecciones generales en Francia el 30 de junio y el 7 de julio, son un llamamiento claro y directo a votar contra esa extrema derecha.
Mbappé, nacido en París de madre argelina y padre camerunés, ha sido muy rotundo al afirmar que, una vez celebrados esos comicios generales "espero que todavía estemos orgullosos de vestir esta camiseta", en referencia a la de su país. Una figura pública como la de este sobresaliente deportista ha tenido la dignidad defender la democracia en Francia, antes de que lo veamos entrenarse con el Real Madrid en España.
Es muy probable que una vez en nuestro país no encuentre a otro compañero, entre nuestros más afamados futbolistas, que se manifieste como ciudadano tal como hizo Kylian Mbappe en Francia. Allí, como acabamos de comprobar, le ha faltado tiempo a la izquierda para acordar un programa y unirse en un Frente Popular para evitar en esas próximas elecciones generales, convocadas repentinamente, la victoria de la ultraderecha.
Aquí no sólo no ocurre eso, estando además muy lejos de que pueda ocurrir con una izquierda empecinada en dividirse grotescamente a lo vida de Ryan, sino que ya tenemos a la extrema derecha gobernando con la derecha en algunas comunidades autonómicas con políticas retrógradas, como ensayo previo a lo que podría ocurrir en unas elecciones generales con una doble ultraderecha ya en juego.
La respuesta del vicepresidente del partido de Le Pen al capitán de la selección francesa entiende como lección política la de Mbappé, aunque la desprecie, y sí que lo es, como la de esos 200 deportistas franceses que la comparten. Pero más que política es una lección de memoria democrática. Todos ellos esperan que cale en los jóvenes que votan a los partidos ultras porque la política de la extrema derecha es la política de la intolerancia, el racismo, el machismo y la xenofobia. Consta en la memoria democrática de Europa como la más negra página de barbarie, estimado Unai Simón, portero de la selección española, coincidente con Franco en no meterse en política. Los deportistas sois, ante todo, ciudadanos.
DdA, XX/5.682
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