Félix Población
A la vista de lo que está sucediendo en Estados Unidos, en los campus de algunas universidades, que también está ocurriendo en las universidades europeas, extrañaba que en España no pasara lo mismo hasta estos días, cuando el Estado de Israel acaba de bombardear el último reducto que como refugio le queda a la población palestina de la Franja de Gaza en la ciudad fronteriza de Rafah.
Algo se esta moviendo con ostensible retraso en las universidades de Barcelona, Madrid, Euskadi y Valencia. La indignación estudiantil contra el genocidio no sólo tiene sentido en Estados Unidos, aunque al gobierno de Biden le corresponda la máxima responsabilidad en evitar la atroz masacre que su respaldo militar está ocasionando sobre el pueblo palestino.
El Estado de Israel ha hecho caso omiso a la petición de Estados Unidos y la ONU de no bombardear Rafah. Con ese objeto, Hamás había aceptado una tregua propuesta por Egipto y Qatar. Ha sido inútil. Netanyahu sigue asesinando niños allí donde cree ver milicianos de Hamás. La mayoría de las casi 35.000 víctimas mortales causadas por el Estado de Israel son ancianos, mujeres y menores, se calcula que 17.000 menores palestinos han perdido a sus padres en la masacre y UNICEF ha advertido que bombardear Rafah supondría una auténtica catástrofe para los 600.000 niños y niñas gazatíes refugiados en esta ciudad.
Se podría pensar, comprobado el brutal infanticidio llevado a cabo por Herodes Netanyahu, que para su gobierno los terroristas de Hamás son los menores palestinos. El pasado 19 de abril, en un ataque nocturno de las aeronaves israelíes al oeste de Rafah, murieron nueve personas, de las cuales seis era niños y dos mujeres. Al día siguiente, otro ataque en la zona oriental de la ciudad, acabó con la muerte de veinte personas, de las que quince eran niños y cinco mujeres.
“Las últimas imágenes, la de un niño prematuro sacado del vientre de su madre moribunda y de las dos casas colindantes donde fueron asesinados quince niños y cinco mujeres, van más allá de la guerra”, denunció el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. Este profesor de Derecho de la Universidad de Linz, Austria, había advertido que una incursión a gran escala en Rafah, una zona en donde 1.2 millones de civiles han sido acorralados por la campaña bélica israelí, resultaría terrible. Türk asegura que "cada 10 minutos muere o resulta herido un niño. Están protegidos por las leyes de la guerra y, sin embargo, son los que están pagando desproporcionadamente el precio más alto en esta guerra”, afirmó.
Ayer, un nuevo país europeo, Bélgica, se sumó a España e Irlanda en la petición de un Estado palestino, pero quizá lo que Netanyahu pretende, asesinando a miles de menores palestinos en una invasión que justifica como guerra antiterrorista, es acabar antes con quienes tienen el derecho a ese futuro Estado ya reconocido por la ONU.
DdA, XX/5637
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