jueves, 14 de marzo de 2024

PILAR MANJÓN: ¿DE QUÉ SE REÍAN, SEÑORÍAS, QUÉ JALEABAN EN ESTA COMISIÓN?

 



Uno de los motivos por los que este Lazarillo se puso a comentar la actualidad política hace veinte años a través de este modesto DdA, tuvo relación con las mentiras en torno a los atentados del 11-M. También, con Pilar Manjón. Me parece obligado, por lo tanto, recordar una de las páginas más dignas de la reciente historia de este país. Hubo varios momentos en los que Pilar Manjón, presidenta de la asociación 11-M Afectados de Terrorismo, al pronunciar su discurso ante la Comisión por los brutales atentados del 11 de marzo de ese año* en el Congreso, el 15 de diciembre de 2004, hubo de pedir perdón por la emoción que ahogaba sus palabras. Es recomendable volver a escucharlo. Uno de esos momentos, el más intenso quizá, fue cuando dijo lo que sigue al referirse a la política llevada a cabo hasta entonces por sus señorías, que la ponente califica "de patio de colegio". Ningún medio de comunicación, que haya sabido este Lazarillo -con haber tenido el vigésimo aniversario de aquella barbarie amplia cobertura mediática-, ha hecho una revisión de las videotecas para ilustrar con las correspondientes imágenes, que algunos recordaremos siempre, lo que se denuncia en estos párrafos: 

Señorías, les decíamos al empezar esta comparecencia que habían realizado ustedes política de patio de colegio. No es una afirmación gratuita. Con la fuerza de estas convicciones, también venimos a reprocharles como diputados, y por tanto como representantes del pueblo -que no se les olvide-, sus actitudes de aclamación, jaleos y vítores, durante el desarrollo de algunas de las comparecencias de esta Comisión, como si de un partido de fútbol se tratara. De lo que se está hablando, Señorías, es de la muerte y de las heridas de por vida padecidas por seres humanos, de pérdidas que nos han llenado de desolación y amargura en el mayor grado posible, ¿De qué se reían, Señorías?, ¿qué jaleaban?, ¿qué vitoreaban en esta SU Comisión? Señorías, ustedes tendrán hijos, esposas, maridos, hermanos, etc., pónganse de este lado, piensen por un momento que les despiden por la mañana temprano y nueve meses después aún siguen esperando su regreso. La pérdida de un ser querido en estas circunstancias es lo más parecido que hay a la propia muerte. Muchas han sido las ocasiones en que hemos sentido que la finalidad de esta Comisión no pasaba ni de lejos por esclarecer los hechos que se planteaban inicialmente, sino más bien para utilizar los hechos y a nosotros mismos como alimento a las líneas argumentales de según quién habla. Los unos para echarse la culpa a los otros".

*El discurso fue publicado en 2005 por ed. Península.

DdA, XX/5585

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