viernes, 1 de marzo de 2024

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA EN "MYSTIC RIVER"


Manuel Santana

La secuencia es sencilla, elegante, sobria, pero Eastwood introduce un matiz fundamental; el inspector de policía Sean Devine, protagonizado por Kevin Bacon, menciona a Dios ante el cadáver de una niña hallado en un parque público; "tenías una deuda con Dios y se la ha cobrado" dice, refiriéndose a Jimmy Markum, padre de la asesinada, encarnado magistralmente por Sean Penn . Poco después, entre los desgarradores quejidos de Penn, Eastwood inserta un plano cenital, punto de vista que sugiere lo que se ha descrito en el pasado, en referencia a Los Pájaros, de Alfred Hitchcock, como el punto de vista de Dios. La cámara regresa al cuerpo sin vida y, a través de una panorámica, en uno de los mejores movimientos de cámara de toda la filmografía del director, busca el cielo. Fundido a negro.

En el desenlace de la película Jimmy Markum asesina a Dave Boyle, protagonizado por un Tim Robbins que brinda una de las mejores interpretaciones de su carrera; la cámara filma el cañón de la pistola, Jimmy dispara, un destello cegador inunda la pantalla, de nuevo un plano del cielo irrumpe, fundiéndose con el plano anterior, en una panorámica que desciende hasta encuadrar una calle en la que vemos a Jimmy, sentado en la acera mientras bebe de una botella.

Mystic River (Río Místico), se abre y se cierra sobre dos liturgias que describen la naturaleza comunitaria misma de la sociedad norteamericana; una comunión cristiana y el día de la independencia de los EEUU, fiesta nacional. Un marco de sentido que Eastwood sabe trasladar a imágenes, al entender que el fatídico relato, uno de los retratos más oscuros filmados sobre los principios fundacionales de Estados Unidos, transcurre, en realidad, entre la tierra en la que cometemos los pecados y el cielo en el que son juzgados.

DdA, XX/5772

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