Lazarillo
Aunque el exministro Ábalos, que lo fue de Fomento y Transportes, se niegue por ahora a dimitir como diputado del PSOE, tal como ha dicho recientemente en La Sexta, es muy posible que no pase de hoy sentándose en el Congreso. Él dice que su único delito consiste en elegir mal a su asesor Koldo García, portero de puticlub y escolta condenado a dos años de prisión por dar una paliza a un menor. De ahí pasó a ser hombre de confianza de Ábalos, o sea que sí, el exministro eligió mal, y por eso el tal Koldo acabó forrándose a la vera de su cargo como cabecilla de una trama de comisiones en el el negocio de las mascarillas en plena pandemia. Luego lo hicieron consejero de Renfe, nombrado a dedo por Ábalos, después de que se le concediera con el ministro Zoilo, que lo era de Interior en 2018 con el gobierno del Partido Popular, la Cruz con Distintivo Blanco de la Guardia Civil, una distinción que se otorga, según leo, por lo que sigue:
- Ejecutar, dirigir o colaborar directamente en el éxito de un servicio en el que por su extraordinaria dificultad e importancia se hayan evidenciado relevantes cualidades profesionales o cívicas.
- b. Sobresalir con perseverancia y notoriedad en el cumplimiento de los deberes de su empleo o cargo, de forma que constituya conducta ejemplar, digna de que se resalte como mérito extraordinario.
- Realizar estudios profesionales o científicos, y otros hechos o trabajos sobresalientes, que supongan notable prestigio para el Cuerpo o utilidad para el servicio oficialmente reconocido.
Creo que el exministro Ábalos dimitirá o lo harán dimitir hoy, sin más dilación, como diputado del Partido Socialista en el Congreso. Cuanto más tarde más daño hará a su partido y a sí mismo. De hecho ya se lo ha hecho. Y de paso, la Guardia Civil también debería retirarle la distinción concedida a quien se inició en la política apoyado en el quicio de una mancebía, dando como resultado el que ahora investiga la justicia. Desconozco cómo con los antecedentes de Koldo García se puede llegar a la confianza de un ministro de Fomento y a ser nombrado consejero de la compañía nacional de ferrocarriles de España. Eso sólo lo debe saber quien lo nombró.
DdA, XX/5.568
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