Félix Población
Hace unos días comentaba en este mismo DdA que lamentaba no saber más detalles de la protagonista de una imagen que se hizo viral sin más información que la de la propia fotografía: la de una señora de cierta edad, bien peinada y teñida, provista de buena dentadura, bolso y gafas de sol que, luciendo una bandera rojigualda a la espalda (no sabemos su constitucional o no), se puso a gritar sin una sola palabra en la plaza de Sant Jaume de Barcelona con la actitud y rabia propias de quien lleva mucho tiempo harta de los políticos independentistas catalanes y profesa posiblemente una rendida pasión por la España de Blas Piñar y sucesores. Pues bien, gracias a mi querido amigo Jacint, he podido acceder a una información publicada por el diario El Español en la que se nos dice que el autor de la instantánea es Marc Asensio y la imagen fue captada el pasado 12 de noviembre con motivo de la concentración organizada por Catalunya Suma (¡cuánto suma este país que no deja de hacer restas!) para protestar con la ley de amnistía. Según contó el propio fotógrafo, que cubrió ese día varios hechos noticiosos en la ciudad, una hora después de publicar la imagen advirtió su repercusión, hasta el punto de poder captar por los comentarios en las redes a un familiar de la tal señora que llevó a Marc Asensio a contactar con él, a fin de contextualizar la imagen y a su protagonista, sin revelar en este caso su identidad. No le faltó al fotógrafo un poco de recelo al hacerlo, temiendo que quien era sobrino de la fotografiada le hiciera algún tipo de reconvención. En lugar de eso, Jaume Invers, tal como se llama el sobrino, felicitó a Asensio por su trabajo y le puso en conocimiento que la familia de Invers es independentistas y no mantiene relación alguna con su tía. ¿Se rompieron esas relaciones en los años en que el fenómeno independentista creció en Cataluña, gracias sobre todo a las torpezas de los gobiernos centrales y a las no menos necias actitudes de ciertos políticos catalanes? De todos modos, lo importante es hacer todo lo posible porque gritos como esos por parte y parte sean eludidos en el presente y en el porvenir, porque ya sabemos adonde conducen. Entre el seny y la rauxa, siempre conviene elegir lo primero, porque de lo contrario podemos volver atrás, y me temo que cada vez hay más indicios de que eso no es descartable, si es que alguna vez lo fue.
DdA, XIX/5.508
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