El buitre varado de Jabares de los Oteros hace unos días
Félix Población
El pasado día uno de noviembre fue localizado un buitre leonado, herido o enfermo, que se mantenía posado en una casilla de antiguo ferrocarril conocido como Tren Burra, en la localidad leonesa de Jabares de los Oteros. Hasta anteayer, debido a que la rapaz podía hacer cortos vuelos, no fue posible su captura por agentes medioambientales del Servicio Territorial de León, a fin de proceder a un primer diagnóstico en el Hospital Veterinario de la Universidad de León y proceder posteriormente a su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid (debería decir Salvajes porque silvestres son las fresas, aunque la película de Bergman fuera traducida como Fresas salvajes (1957), dependiente de la Junta de Castilla y León. Es de celebrar la actuación del Servicio Territorial de Medio Ambiente, pues la debilidad y estado del buitre requería una intervención lo más urgente y diligente posible. Según ese primer diagnóstico, el animal, aparte de un desgarro en el pectoral izquierdo y anemia, posiblemente por el largo tiempo que pasó sin poder alimentarse, tiene un orificio de entrada de un posible disparo en el hombro derecho. Da mucha repulsión, mucho asco y no poca rabia pensar que entre quienes tienen licencia de armas para poder cometer este tipo de delitos, haya individuos tan aberrantes como el que ha sido capaz de disparar a un ave protegida, cuya permanencia en nuestros cielos debe merecer por eso y por su función como carroñera el máximo respeto. No digo ya admiración porque para eso se requiere que la cultura prenda en la ciudadanía y en este país hay mucho personal bruto y cerril, merecedor de que se le sancione con el máximo rigor cuando perpetra acciones como la comentada. Lo que suele ocurrir es que tanto cuando se tira a matar a un buitre, como parece que ocurrió en este caso, como cuando resultan envenenados varias decenas de estas aves, según ocurrió hace unos años en las proximidades de un pueblo de Salamanca, nunca llegamos a saber si los delincuentes fueron o no identificados y sancionados pertinentemente. También nos gustaría tener conocimiento, en esta ocasión, si el buitre leonado socorrido en Jabares de los Oteros ha podido ser recuperado para reemprender su alto y maravilloso vuelo que un canalla pretendió asesinar. Me gustaría tener alguna respuesta a este escrito, que remito a continuación al aludido Centro de Recuperación, con mi gratitud por el importante trabajo que realizan.
Nota: A veces me preguntan por qué escribo de los animales salvajes en peligro de extinción que han sido heridos o asesinados por las manos humanas. Lo hago porque cada vez que esto ocurre en nuestros días (la fauna salvaje ha disminuido un 68 por ciento desde 1970), cada una de esas acciones revalora la razón de vida de esos animales en la misma proporción que denigra la de sus agresores.
DdA, XIX/5.493
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