Lazarillo
La asociación Ecologistas en Acción de Zamora denuncia que personal de la Junta de Castilla y León quiere abatir a un ciervo que se ha convertido casi en un vecino más de Linarejos, una pequeña localidad zamorana (10 habitantes en invierno) de la Sierra de la Culebra, reserva natural del lobo ibérico, la misma que sufrió un atroz incendio que acabó con buena parte de su territorio el pasado verano. Se trata de un ejemplar de 14 puntas de cornamenta que, según la asociación, se habría incluido en los que pueden abatirse esta temporada. Ecologistas en Acción afirma que los agentes de la Junta han entrado incluso en el casco urbano de Linarejos “pegando tiros”, lo que ha provocado una denuncia de los vecinos ante la Guardia Civil, según la organización ecologista. Y es que este ejemplar, al que los vecinos llaman Carlos o Carlitos, es un visitante habitual del pueblo, casi una atracción para esos “niños que vienen desde grandes ciudades como Madrid o Barcelona”, ha asegurado en la antena de Radio Zamora Julián Morán, uno de esos vecinos. Según él, no consta que el ciervo haya producido ningún daño en la localidad, ya que son los mismos lugareños los que lo alimentan para que no abandone la zona y sea "un vecino más". La delegada de la administración autonómica ha asegurado que la Junta de Castilla y León no ha dado instrucción alguna para abatir al ciervo, ni ha habido tampoco disparos en el recinto urbano. Sí ha recomendado doña Leticia, que así se llama, no dar de comer al ciervo ni tratarlo como a una mascota. Este Lazarillo piensa que, después del desastre sufrido por los lugareños de esa sierra zamorana y el espanto ocasionado a toda su fauna, bien merece ser respetada la vida del ciervo y el cariño que le profesa el vecindario que ha visto arder su tierra por falta de la protección y medidas requeridas para la preservación de tan magnífico patrimonio natural. Es de esperar que la historia no acabe como algunos nos tememos, porque en este país la sensibilidad hacia el reino animal suele desembocar en un episodio más de la brutalidad que lo caracteriza.
DdA, XIX/5.438
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