Lazarillo
Según el diccionario de la RAE, los chamarileros son aquellas personas que se dedican a comprar y vender objetos de ocasión y trastos viejos. No encontrará el curioso lector, sin embargo, que la palabra chamarilería se encuentre en nuestros días como rótulo en un comercio en el que se compren y vendan ese tipo de objetos. Puede que hace bastantes años, cuando este Lazarillo se inició en la vida madrileña, esa vieja palabra aún sobreviviese en ciertos establecimientos limítrofes con el lugar en donde se celebra el popular Rastro. Muy posiblemente las jóvenes generaciones desconozcan lo que significa esa expresión del mismo modo que desconocen las relacionadas con lo atavíos del sacerdocio católico: cíngulo, bonete, mitra, casulla...No hace mucho, con ocasión de un traslado de trastos viejos a un punto limpio en una pequeña localidad, me encontré a un chatarrero que no sólo buscaba chatarra sino lo propio del chamarilero. No se me ocurrió llamarlo así, sin embargo, aunque bien podría ser (en este caso motorizado) el equivalente al chamarilero andante que encontramos en esa vieja fotografía de Piedad Isla de finales de la década de los cincuenta. En este caso se trata de un chamarilero que lleva consigo toda su mercancía por las calles de la localidad palentina de Cervera de Pisuerga. Así de miserable era para no pocos la andadura de aquella España en la que decían que volvería a reír la primavera.
DdA, XIX/5.455
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