CIEN AÑOS HABRÍA CUMPLIDO RÚA

Boni Ortiz

Hoy jueves 31 de agosto, se cumplen cien años del nacimiento en Gijón de José Luis García Rúa. Y desde el Aula Popular que lleva su nombre y sus enseñanzas, hemos organizado una ruta urbana que recorrerá diversos lugares con un significado especial en la vida del propio Rúa, de sus familiares, amigos y compañeros. La llevaremos a cabo el sábado 16 de septiembre desde las doce de la mañana.

Arrancaremos en la Ciudadela Celestino Solar, “Capua es la calle, y un patio mísero sin limonero alguno… sólo miseria en la pupila de niño”. Así se refiere José Luis a su lugar de nacimiento en su libro “Gijón, en la marea del siglo”, guía literaria de la que también nos serviremos en el recorrido. Después nos acercaremos hasta la calle Caridad donde con apenas once años, abrió la puerta de su casa a una escuadra de Guardias de asalto con sus fusiles en prevengan, que venían a detener a su padre en vísperas de la insurrección de octubre. Casa familiar con el Ateneo Obrero de vecino, donde José Luis –como hijo de socio- se inició en la lectura en la Biblioteca Infantil Circulante, con Salgari, Dumas… Allí mismo, enfrente, el Orfanato Alfredo Coto (actual colegio San Vicente) al que se incorporó días después de la muerte de su padre Emilio García, militante de la CNT y del POUM, caído en el Naranco en 5 de octubre de 1936. Allí pasó algunos meses hasta su evacuación, con un recuerdo especial a la Balada de Atta Troll de Nuestra Natacha, o al homenaje infantil a Federico García Lorca, en los que participó. Haremos mención de su salida a Francia, la expulsión a Cataluña en Olot y la posterior estancia en las playas de Argelès sur-Mer, desde donde volvería a Gijón requerido por la urgencia en la ayuda a su madre y hermana. “Dio tránsito a Gijón, y adentrose por la calle Capua, hasta la Ciudadela que la primera luz puso en su ojo un día. Allí seguían los mismos empedrados y la miseria misma”. Repasaremos sus diferentes trabajos hasta que acaba en mina La Camocha y continúa sus estudios con la ayuda del “hijo un constructor local” y la beca del Ayuntamiento de Gijón que le permite seguir sus estudios en Salamanca, donde continuó como ayudante de Tovar, y su posterior marcha a Maguncia (Alemania) como lector de español.

En 1958, vuelve a Gijón acompañado por la que sería su compañera de por vida: Gisela Wiedermann, a casa de su madre Pilar en la calle Príncipe. Nos acercaremos a la calle Begoña, al lugar que ocupó el Ateneo Jovellanos en donde José Luis coincidió con un numeroso grupo de jóvenes promotores de iniciativas como la puesta en marcha del grupo de teatro La Máscara, o un cine club. La negativa de la directiva del Ateneo Jovellanos para poner en marcha una iniciativa pedagógica igualitaria, les llevó a desarrollar el proyecto en un sótano de la calle Cura Sama. “Un grupo de personas, muchachos muy bisoños, decidieron un día hacer del instruir y el instruirse, en mutuas enseñanzas que borraran la trama que separa maestros y aprendices”. Allí estuvieron entre 1959 y 1965, poniendo en marcha con la palabra que porta la idea, las primeras herramientas con las que se daría forma al diverso antifranquismo local. Antes habremos pasado frente al Náutico para situar exactamente dónde estaba el Costa Verde, dónde El Manacor y el café San Miguel “lugares de encuentro de diálogo y diatriba. ¡Ah los viejos cafés, templos de la palabra, escenarios de vida donde se tamizan los decires y saberes del pueblo…!” En ellos se veían, se hacían planes, se organizaban proyectos.

Pasaremos por la calle Pedro Menéndez domicilio de Rúa, hasta 1968, para dirigirnos después a la calle Santa Doradia, esquina con Dindurra donde hablaremos de Teatro. Allí estuvo GESTO Teatro de Cámara de Gijón “aquel noble conjunto que en el trascurso de su agitada vida polarizó desvelos, ideas y trabajos de jóvenes ansiosos de regalar esfuerzo a cambio de plasmar en ritmo, gesto y tono, la variada aventura de humanas condiciones”. Entre sus años de existencia (1961 y 1965) paralela a la Academia del Sótano, la que sería una de las primeras asociaciones teatrales “independientes” del Estado (sostenida por las cuotas de alrededor de trescientos socios), produjo dieciocho montajes, varios ciclos de formación actoral, tres festivales de Teatro al Aire Libre, la edición de un Boletín interno y un concurso de textos teatrales. Sin abandonar esta esquina de Santa Doradía y Dindurra hablaremos de los dos años de papeleos, solicitudes y recursos, hasta que en 1967 se logró la apertura de nuevo de GESTO Sociedad Cultural, Allí pudimos ver y escuchar a Enrique Morente, Manuel Gerena, Xavier Rivalta,… escuchar a Alfonso Guerra decir cosas sobre el Teatro de Bertold Brecht; a Juan María Bandrés ponernos al día del Proceso de Burgos; a Eva Forest confirmarnos -por boca de una amiga- que Fidel tenía los dos huevos… Allí operaba desde 1969 las Comunas Revolucionarias de Acción Socialista (CRAS), compartiendo local, vino y cacahuetes, con Marcelo García, el Manquín, Cordero y otros compañeros de aquel “luxemburguista” PSOE.

Pasaremos por la Comisaria de Cabrales de sangrienta memoria, en la que también estuvo detenido José Luis en uno de los estados de excepción de 1970. Y para finalizar, nos acercaremos hasta el número 13 de la calle Magnus Blikstad, el último domicilio de José Luis García Rúa, su compañera Gisela Wierdemann y los hijos de ambos Emilio José, Francisco y Héctor. En 1971 levanta la casa, parten para Córdoba y aquí nos quedamos un poco huérfanos. José Luis decía con cierta guasa para recordar su año de nacimiento: “En Gijón aquel año de 1923, pasaron dos cosas muy señaladas: la muerte de doña Rosario de Acuña y el asalto al Banco de España de Los Solidarios”. Desde ahora diremos también que fue el año del nacimiento de aquel profesor libertario con quien tanto quisimos.

DdA, XIX/5.433